Tras sobrevivir a la cruel depuración de los ciclos de mercado, pocos han quedado en pie en el sector NFT; incluso Flow, que en su día fue uno de los proyectos más destacados, no ha escapado al destino del cambio de era y ha comenzado a buscar nuevos motores de crecimiento.
El 2 de diciembre, Flow anunció su transformación hacia un DeFi de consumo democrático, una decisión estratégica que ha captado la atención del mercado. Aprovechando su amplia base de usuarios y ventajas técnicas únicas, Flow intenta adaptarse a los cambios del mercado como vía de autosalvación. Sin embargo, sigue siendo una gran incógnita si logrará hacerse un hueco en el ferozmente competitivo campo de batalla de DeFi.
Lanzamiento de productos DeFi de préstamos y gestión financiera, actualización a token deflacionario
“El DeFi actual está lleno de hostilidad; los usuarios deben poseer grandes habilidades técnicas para sobrevivir, ya que problemas como el deslizamiento, MEV y reacciones en cadena de liquidaciones surgen constantemente. Cada interfaz está diseñada para expertos, y el resto solo puede quedarse en la periferia. Este es el vacío que queremos llenar”, afirmó Roham, CEO de Dapper Labs.
Ante esta situación, el nuevo objetivo de Flow es crear un DeFi para consumidores, donde los usuarios comunes no tengan que ser expertos en tecnología para disfrutar de los beneficios del mundo cripto, logrando así una experiencia realmente sencilla para el usuario mainstream.
Flow está construyendo una serie de componentes de arquitectura de red llamados “protocolos integrados”, que funcionan como infraestructuras financieras públicas embebidas directamente en la capa de red. En el ámbito DeFi, estos protocolos integrados pueden ofrecer liquidez compartida en todo el ecosistema e integrar los fondos de diferentes verticales, evitando la fragmentación de la liquidez y permitiendo que los nuevos proyectos no tengan que enfrentarse a los problemas de arranque en frío.
El primer protocolo integrado desarrollado por Flow Foundation es el protocolo automatizado de préstamos Flow Credit Market (FCM). Utiliza un sistema de programación nativo en cadena de Flow y permite establecer disparadores periódicos sin necesidad de oráculos externos, aumentando el valor del préstamo (LTV) y reduciendo significativamente el riesgo de liquidación, generando así mayores rendimientos naturales para prestamistas y prestatarios.
Roham, CEO de Dapper Labs, señala que los préstamos DeFi tradicionales suelen ser muy punitivos, liquidando posiciones y cobrando penalizaciones solo cuando el usuario está cerca de ser liquidado. FCM, en cambio, adopta una gestión de riesgos proactiva, monitorizando de forma automatizada cada posición en cadena y reequilibrándolas automáticamente antes de que surja el riesgo. Las simulaciones internas de riesgos muestran que FCM ha logrado proteger los depósitos de los usuarios ante múltiples grandes caídas de mercado, y que, en comparación con otros protocolos de préstamo en otras redes, sus costes se reducen hasta en un 99,9%.
Para acelerar el lanzamiento de FCM, Dapper Labs ha lanzado la aplicación financiera de consumo Peak Money, que pretende ser la puerta de entrada al cripto para los próximos 100 millones de nuevos usuarios. Según Roham, los usuarios pueden depositar tanto dinero fiat como criptoactivos (como Bitcoin, Ethereum y FLOW) en Peak Money y obtener rendimientos superiores a cualquier banco (APY de hasta el 25% para criptomonedas y 10% para fiat), con fondos disponibles en todo momento para ganar y usar. El producto no tiene requisitos mínimos, ni guardianes, ni necesita frases semilla, y tampoco es necesario preocuparse por el riesgo de liquidación. Cuando el producto se lance oficialmente, Peak Money publicará los detalles de las garantías frente a eventos de pérdidas específicas. Actualmente, Peak Money ya tiene abierta su lista de espera.
Además, en el futuro, los protocolos integrados de Flow podrían expandirse a contratos perpetuos, mercados de predicción y otras aplicaciones DeFi fáciles de usar para consumidores mainstream.
Para lograr una captura de valor sostenible, Flow ha actualizado su token, convirtiéndolo en deflacionario. La propuesta FLIP-351 de la Flow Foundation vincula directamente el uso de la red con su valor. Cada transacción quema tokens, de modo que la actividad en la red crea escasez y eleva así el valor del token. Cuando la red opere de forma continua a unas 250 TPS, el token FLOW alcanzará una deflación neta. Aun así, los costes de transacción de Flow siguen siendo inferiores a los de redes como Solana o Base. Cabe destacar que, actualmente, el precio del token FLOW ha caído más de un 90% respecto a su máximo histórico.
Transformación hacia DeFi: ¿con qué respaldo y dificultades cuenta Flow?
El mercado DeFi actual se encuentra en una fase de rápido crecimiento y feroz competencia. A medida que el entorno regulatorio se vuelve más favorable, los principales protocolos, gracias a su ventaja inicial, protegen su territorio, mientras que las instituciones tradicionales, que cuentan con ventajas regulatorias y de capital, están acelerando su entrada, elevando cada vez más el listón de acceso al sector.
DeFi sigue siendo uno de los pocos sectores cripto que ha validado el PMF (product-market fit), y aún tiene un enorme potencial de crecimiento. Para Flow, que intenta transformarse de una L1 de consumo a una infraestructura DeFi, esto representa tanto una oportunidad de reinvención estratégica como un “reinicio” lleno de retos.
Como “novato” en el sector DeFi, Flow cuenta con ciertas bazas para su transición. Por un lado, no parte desde cero, ya que su experiencia en el sector NFT le proporciona una posición de salida única. Gracias a la aplicación de éxito NBA Top Shot, Flow ha acumulado un gran número de usuarios; aunque la popularidad ha disminuido desde su punto álgido, el tráfico retenido sigue siendo considerable. Según datos oficiales, Flow cuenta con más de 41 millones de cuentas y más de 1,1 millones de usuarios activos mensuales. Además, según DeFiLlama, a 3 de diciembre, el TVL de Flow alcanzaba los 107 millones de dólares, un aumento del 187,1% respecto a principios de año.
Al mismo tiempo, Flow presenta ventajas técnicas, pues está diseñada específicamente para aplicaciones de consumo a gran escala, cumpliendo con los requisitos de baja barrera de entrada, bajos costes y alta capacidad de procesamiento, lo que encaja perfectamente con las necesidades de alta frecuencia de transacciones de DeFi. Además, en octubre de este año, Flow lanzó dos actualizaciones clave: Forte y Crescendo, destinadas a resolver problemas de escalabilidad, innovación profunda en DeFi e interoperabilidad cross-chain, proporcionando así un mayor soporte técnico para la transformación del ecosistema. El objetivo central de Forte es que la lógica financiera compleja en cadena se libere completamente de la dependencia de bots off-chain o servicios de custodia centralizados, permitiendo que toda la automatización (órdenes límite, tipos de interés dinámicos, bóvedas estratégicas, etc.) funcione de forma segura en cadena y facilitando el desarrollo de aplicaciones financieras complejas por parte de los desarrolladores. La actualización Crescendo introduce la equivalencia EVM (Ethereum Virtual Machine) en Flow, permitiendo la interoperabilidad sin fisuras con aplicaciones y protocolos basados en Ethereum.
Flow afirma ser una de las pocas blockchains capaces de soportar millones de usuarios activos diarios (DAU) sin incurrir en comisiones de gas elevadas o impredecibles.
Sin embargo, el camino de transformación de Flow aún se enfrenta a grandes desafíos. Por un lado, todas las nuevas blockchains deben afrontar el problema del arranque en frío de la liquidez. Aunque Flow tiene una considerable base de usuarios, la mayoría son jugadores de NFT, muchos de los cuales ya han abandonado el ecosistema. Recuperar a estos usuarios y convertirlos en usuarios DeFi sigue siendo una gran incógnita.
Por otro lado, las principales blockchains ya cuentan con ecosistemas ricos y han establecido barreras de entrada. Flow necesita atraer rápidamente a desarrolladores de alta calidad y construir aplicaciones innovadoras reconocidas por el mercado para así formar un ciclo ecológico sostenible.
Más importante aún, desde hace tiempo Flow arrastra la etiqueta de ser una blockchain de NFT en la mente del mercado. Para romper este estigma, Flow debe presentar casos de éxito DeFi que demuestren su idoneidad en el ámbito financiero.
En resumen, la arquitectura técnica y la base de usuarios acumulada otorgan a Flow mayor certidumbre en su “nuevo emprendimiento”. Pero el éxito de esta transformación dependerá, en esencia, de si Flow es capaz de reactivar a sus usuarios NFT dormidos a través de una narrativa fuerte en DeFi y romper la barrera de la liquidez.
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Flow se ha transformado hacia DeFi: la confianza y los desafíos de una antigua estrella líder de los NFT
Autora: Nancy, PANews
Tras sobrevivir a la cruel depuración de los ciclos de mercado, pocos han quedado en pie en el sector NFT; incluso Flow, que en su día fue uno de los proyectos más destacados, no ha escapado al destino del cambio de era y ha comenzado a buscar nuevos motores de crecimiento.
El 2 de diciembre, Flow anunció su transformación hacia un DeFi de consumo democrático, una decisión estratégica que ha captado la atención del mercado. Aprovechando su amplia base de usuarios y ventajas técnicas únicas, Flow intenta adaptarse a los cambios del mercado como vía de autosalvación. Sin embargo, sigue siendo una gran incógnita si logrará hacerse un hueco en el ferozmente competitivo campo de batalla de DeFi.
Lanzamiento de productos DeFi de préstamos y gestión financiera, actualización a token deflacionario
“El DeFi actual está lleno de hostilidad; los usuarios deben poseer grandes habilidades técnicas para sobrevivir, ya que problemas como el deslizamiento, MEV y reacciones en cadena de liquidaciones surgen constantemente. Cada interfaz está diseñada para expertos, y el resto solo puede quedarse en la periferia. Este es el vacío que queremos llenar”, afirmó Roham, CEO de Dapper Labs.
Ante esta situación, el nuevo objetivo de Flow es crear un DeFi para consumidores, donde los usuarios comunes no tengan que ser expertos en tecnología para disfrutar de los beneficios del mundo cripto, logrando así una experiencia realmente sencilla para el usuario mainstream.
Flow está construyendo una serie de componentes de arquitectura de red llamados “protocolos integrados”, que funcionan como infraestructuras financieras públicas embebidas directamente en la capa de red. En el ámbito DeFi, estos protocolos integrados pueden ofrecer liquidez compartida en todo el ecosistema e integrar los fondos de diferentes verticales, evitando la fragmentación de la liquidez y permitiendo que los nuevos proyectos no tengan que enfrentarse a los problemas de arranque en frío.
El primer protocolo integrado desarrollado por Flow Foundation es el protocolo automatizado de préstamos Flow Credit Market (FCM). Utiliza un sistema de programación nativo en cadena de Flow y permite establecer disparadores periódicos sin necesidad de oráculos externos, aumentando el valor del préstamo (LTV) y reduciendo significativamente el riesgo de liquidación, generando así mayores rendimientos naturales para prestamistas y prestatarios.
Roham, CEO de Dapper Labs, señala que los préstamos DeFi tradicionales suelen ser muy punitivos, liquidando posiciones y cobrando penalizaciones solo cuando el usuario está cerca de ser liquidado. FCM, en cambio, adopta una gestión de riesgos proactiva, monitorizando de forma automatizada cada posición en cadena y reequilibrándolas automáticamente antes de que surja el riesgo. Las simulaciones internas de riesgos muestran que FCM ha logrado proteger los depósitos de los usuarios ante múltiples grandes caídas de mercado, y que, en comparación con otros protocolos de préstamo en otras redes, sus costes se reducen hasta en un 99,9%.
Para acelerar el lanzamiento de FCM, Dapper Labs ha lanzado la aplicación financiera de consumo Peak Money, que pretende ser la puerta de entrada al cripto para los próximos 100 millones de nuevos usuarios. Según Roham, los usuarios pueden depositar tanto dinero fiat como criptoactivos (como Bitcoin, Ethereum y FLOW) en Peak Money y obtener rendimientos superiores a cualquier banco (APY de hasta el 25% para criptomonedas y 10% para fiat), con fondos disponibles en todo momento para ganar y usar. El producto no tiene requisitos mínimos, ni guardianes, ni necesita frases semilla, y tampoco es necesario preocuparse por el riesgo de liquidación. Cuando el producto se lance oficialmente, Peak Money publicará los detalles de las garantías frente a eventos de pérdidas específicas. Actualmente, Peak Money ya tiene abierta su lista de espera.
Además, en el futuro, los protocolos integrados de Flow podrían expandirse a contratos perpetuos, mercados de predicción y otras aplicaciones DeFi fáciles de usar para consumidores mainstream.
Para lograr una captura de valor sostenible, Flow ha actualizado su token, convirtiéndolo en deflacionario. La propuesta FLIP-351 de la Flow Foundation vincula directamente el uso de la red con su valor. Cada transacción quema tokens, de modo que la actividad en la red crea escasez y eleva así el valor del token. Cuando la red opere de forma continua a unas 250 TPS, el token FLOW alcanzará una deflación neta. Aun así, los costes de transacción de Flow siguen siendo inferiores a los de redes como Solana o Base. Cabe destacar que, actualmente, el precio del token FLOW ha caído más de un 90% respecto a su máximo histórico.
Transformación hacia DeFi: ¿con qué respaldo y dificultades cuenta Flow?
El mercado DeFi actual se encuentra en una fase de rápido crecimiento y feroz competencia. A medida que el entorno regulatorio se vuelve más favorable, los principales protocolos, gracias a su ventaja inicial, protegen su territorio, mientras que las instituciones tradicionales, que cuentan con ventajas regulatorias y de capital, están acelerando su entrada, elevando cada vez más el listón de acceso al sector.
DeFi sigue siendo uno de los pocos sectores cripto que ha validado el PMF (product-market fit), y aún tiene un enorme potencial de crecimiento. Para Flow, que intenta transformarse de una L1 de consumo a una infraestructura DeFi, esto representa tanto una oportunidad de reinvención estratégica como un “reinicio” lleno de retos.
Como “novato” en el sector DeFi, Flow cuenta con ciertas bazas para su transición. Por un lado, no parte desde cero, ya que su experiencia en el sector NFT le proporciona una posición de salida única. Gracias a la aplicación de éxito NBA Top Shot, Flow ha acumulado un gran número de usuarios; aunque la popularidad ha disminuido desde su punto álgido, el tráfico retenido sigue siendo considerable. Según datos oficiales, Flow cuenta con más de 41 millones de cuentas y más de 1,1 millones de usuarios activos mensuales. Además, según DeFiLlama, a 3 de diciembre, el TVL de Flow alcanzaba los 107 millones de dólares, un aumento del 187,1% respecto a principios de año.
Al mismo tiempo, Flow presenta ventajas técnicas, pues está diseñada específicamente para aplicaciones de consumo a gran escala, cumpliendo con los requisitos de baja barrera de entrada, bajos costes y alta capacidad de procesamiento, lo que encaja perfectamente con las necesidades de alta frecuencia de transacciones de DeFi. Además, en octubre de este año, Flow lanzó dos actualizaciones clave: Forte y Crescendo, destinadas a resolver problemas de escalabilidad, innovación profunda en DeFi e interoperabilidad cross-chain, proporcionando así un mayor soporte técnico para la transformación del ecosistema. El objetivo central de Forte es que la lógica financiera compleja en cadena se libere completamente de la dependencia de bots off-chain o servicios de custodia centralizados, permitiendo que toda la automatización (órdenes límite, tipos de interés dinámicos, bóvedas estratégicas, etc.) funcione de forma segura en cadena y facilitando el desarrollo de aplicaciones financieras complejas por parte de los desarrolladores. La actualización Crescendo introduce la equivalencia EVM (Ethereum Virtual Machine) en Flow, permitiendo la interoperabilidad sin fisuras con aplicaciones y protocolos basados en Ethereum.
Flow afirma ser una de las pocas blockchains capaces de soportar millones de usuarios activos diarios (DAU) sin incurrir en comisiones de gas elevadas o impredecibles.
Sin embargo, el camino de transformación de Flow aún se enfrenta a grandes desafíos. Por un lado, todas las nuevas blockchains deben afrontar el problema del arranque en frío de la liquidez. Aunque Flow tiene una considerable base de usuarios, la mayoría son jugadores de NFT, muchos de los cuales ya han abandonado el ecosistema. Recuperar a estos usuarios y convertirlos en usuarios DeFi sigue siendo una gran incógnita.
Por otro lado, las principales blockchains ya cuentan con ecosistemas ricos y han establecido barreras de entrada. Flow necesita atraer rápidamente a desarrolladores de alta calidad y construir aplicaciones innovadoras reconocidas por el mercado para así formar un ciclo ecológico sostenible.
Más importante aún, desde hace tiempo Flow arrastra la etiqueta de ser una blockchain de NFT en la mente del mercado. Para romper este estigma, Flow debe presentar casos de éxito DeFi que demuestren su idoneidad en el ámbito financiero.
En resumen, la arquitectura técnica y la base de usuarios acumulada otorgan a Flow mayor certidumbre en su “nuevo emprendimiento”. Pero el éxito de esta transformación dependerá, en esencia, de si Flow es capaz de reactivar a sus usuarios NFT dormidos a través de una narrativa fuerte en DeFi y romper la barrera de la liquidez.