Desde un pobre recogedor de botellas hasta un gigante financiero con un rendimiento del 4200%, Jim Rogers utiliza el "pensamiento inverso" para cambiar su destino: cofundó el Quantum Fund con Soros para atacar las acciones de petróleo y defensa; apostó en 52 países, incluyendo Botswana y las acciones B de China; previó el auge de las materias primas y de China, defendiendo en medio de controversias que "una Gran caída es una oportunidad". Viajó por el mundo, atravesó zonas de guerra y finalmente se estableció en Singapur, grabando el código de la riqueza en el libro de texto de chino de su hij
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