DaoResearcher
En estos cinco años batallando en este mundillo, he visto a oleadas de personas lanzarse con sueños de hacerse ricos de la noche a la mañana, y marcharse después cargando deudas y frustración. No fue hasta que yo mismo pasé de tener unas ganancias flotantes de 4 millones a deber 300.000, el día que firmé el contrato para vender mi casa y saldar deudas, cuando realmente comprendí las reglas del juego: aquí no se trata de una mesa de apuestas donde todo es cuestión de suerte, sino de una arena donde se selecciona a los mejores por su conocimiento y comprensión. Quienes ríen los últimos nunca son
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