El pasado viernes, la estrategia de seguridad nacional presentada por Trump dejó muy claro el enfoque: IA, biotecnología y computación cuántica, estas tres son las tecnologías clave que, a su juicio, permitirán a Estados Unidos seguir liderando. Incluso lanzaron un “Proyecto Génesis”, equiparándolo a la misión Apolo de la llegada a la Luna.

Pero lo curioso es que, en todo el documento estratégico, no hay ni rastro de criptomonedas o blockchain.

¿Qué significa esto? Desde la perspectiva del diseño de alto nivel, la IA y la computación cuántica son las verdaderas “potencias duras” capaces de influir en el destino nacional, con una posición estratégica muy superior a la de los criptoactivos actuales. Hacia dónde fluye el dinero y hacia dónde se dirige la gente, la señal es bastante clara.

**¿Qué implica esto para el mercado?**

A largo plazo, la potencia de cálculo es el nuevo petróleo de la era digital. Ya sea por el avance imparable de los grandes modelos de IA o por la aceleración de tecnologías disruptivas como la computación cuántica, toda la competencia en el mundo digital del futuro, en última instancia, será una lucha por la capacidad de cómputo. Esta ola acabará impulsando la modernización de toda la infraestructura digital, incluida la blockchain. Las monedas que posees y la arquitectura de red que hay detrás, la clave es si podrán mantenerse firmes en la era de la explosión de la computación.

A corto plazo, no te emociones demasiado. Esta estrategia no es un chute directo de adrenalina para el mercado cripto; de hecho, podría incluso desviar temporalmente parte de la atención y los fondos del mercado de capitales hacia sectores con un relato más “mainstream” como la IA y la computación cuántica.

**¿Qué deben hacer los inversores minoristas?**

Paciencia y precisión. No te lances a ciegas solo porque veas la palabra “tecnología”, ni pierdas la calma porque no te hayan mencionado. Así funciona siempre el mercado: primero se mueve el gran capital, después llegan los focos, y los minoristas deben tener claro el rumbo y encontrar el momento adecuado.