Los inversores en Bitcoin celebran el repunte del precio hasta los 93.000 dólares, pero podrían estar pasando por alto un riesgo clave de “secuencia” relacionado con la liquidez. Kevin Hassett, ex economista de la Casa Blanca, es uno de los favoritos para presidir la Reserva Federal; su postura dovish podría impulsar una mayor debilidad del dólar, pero esta operativa basada en expectativas podría agotar su impulso antes de la transición oficial de la presidencia en mayo de 2026.
El dólar encadena nueve días de caídas y baila a la inversa de Bitcoin
(Fuente: MacroMicro)
Mientras Bitcoin rebota recientemente, el dólar ha caído durante nueve sesiones consecutivas, una correlación inversa que es clave para entender la actual subida de Bitcoin. El índice del dólar (DXY) ha retrocedido aproximadamente un 3% desde el máximo de noviembre, mientras que Bitcoin ha subido desde el rango de 84.000-87.000 dólares hasta cerca de 93.000 dólares. Este movimiento inverso no es casualidad, sino un reflejo directo del mecanismo de liquidez.
La debilidad del dólar se debe al aumento de las expectativas de recortes de tipos por parte de la Reserva Federal. El mercado de futuros sitúa en un 80% la probabilidad de un recorte de 25 puntos básicos este mes, relajando así las condiciones financieras. Cuando el mercado anticipa recortes de tipos, el atractivo del dólar disminuye porque los intereses que paga serán menores. Como resultado, los fondos fluyen del dólar hacia otros activos, como acciones, oro y Bitcoin.
La rentabilidad del bono estadounidense a 10 años se mantiene en torno al 4,1%, un entorno históricamente favorable al apetito por riesgo en el mercado de criptomonedas. Cuando los tipos de interés a largo plazo se estabilizan y dejan de subir, el mercado deja de temer una inflación descontrolada o una Reserva Federal forzada a endurecer más la política. Este entorno de tipos estables da margen a los activos de riesgo.
Esto ayuda a que Bitcoin se recupere desde mínimos tras un agitado noviembre, con productos cripto apalancados y acciones proxy experimentando fuertes oscilaciones. La corrección de noviembre estuvo impulsada por la fortaleza del dólar y el alza de los tipos a largo plazo; al revertirse ambos factores en diciembre, Bitcoin rebota de forma natural. En la sesión intermedia de esta semana, el precio spot ronda los 92.300 dólares y, desde el punto de vista técnico, ya ha superado el canal bajista formado en noviembre, abriendo espacio para más subidas.
Tres grandes mecanismos de la correlación inversa entre dólar y Bitcoin
Sustitución de liquidez: Cuando el dólar se debilita, los fondos se mueven hacia otros almacenes de valor como Bitcoin.
Paridad del poder adquisitivo: La depreciación del dólar refuerza el poder adquisitivo de los inversores no denominados en dólares para comprar Bitcoin.
Indicador de apetito por riesgo: Un dólar débil suele acompañar políticas monetarias laxas, aumentando el atractivo de los activos de riesgo.
Esta correlación inversa es clara en los datos de 2023 a 2025. Cada vez que el índice del dólar cae más de un 2% en un mes, Bitcoin sube de media un 15%. Por el contrario, los meses en que el dólar sube más de un 2%, Bitcoin suele enfrentar presión correctiva. Esta regularidad estadística ofrece un importante marco de cobertura macro para los operadores a corto plazo.
El espectro de políticas de los cinco candidatos y el destino del dólar
(Fuente: Polymarket)
La especulación sobre el “presidente en la sombra” de la Reserva Federal añade un nuevo catalizador. Según Reuters, el presidente Trump planea nominar a su candidato para presidir la Fed a principios de 2026, cuando el mandato de Powell expira el 15 de mayo de 2026. El mercado de predicciones Polymarket da preferencia a Hassett, ya que los operadores consideran que su política podría ser más acomodaticia el próximo año.
Kevin Hassett ha declarado recientemente que la inflación está “bajando drásticamente” y ha urgido a acelerar los recortes de tipos. Los inversores creen que, si la cúpula de la Fed adopta esta postura, sería una inclinación dovish y ejercería presión sobre el dólar. Hassett, ex economista jefe de la Casa Blanca y ex asesor de Coinbase, tiene una clara preferencia por estimular el crecimiento económico, incluso a costa de una inflación algo más alta. Para Bitcoin, esta postura dovish es el escenario más favorable.
El actual gobernador Christopher Waller ha abogado recientemente por recortar en diciembre, aunque subraya que las decisiones dependerán de los datos. Su postura es relativamente neutral, ni extremadamente dovish ni hawkish. El énfasis en la dependencia de los datos indica que la política se ajustará de forma flexible según los datos de inflación y empleo, una gradualidad que el mercado percibe como predecible.
La vicepresidenta de Supervisión, Michelle Bowman, tiende a adoptar una estrategia gradualista desde la óptica de la estabilidad financiera. Su prioridad es evitar riesgos sistémicos, lo que significa que probablemente evitaría cambios de política agresivos, ya sean recortes o subidas rápidas de tipos.
Kevin Warsh, ex gobernador, ha criticado durante mucho tiempo la expansión del balance de la Fed y probablemente adoptaría una postura más dura ante la inflación y la velocidad de salida de capitales. Warsh apuesta por acelerar la reducción del balance y limitar la liquidez para el mercado. Esta postura hawkish sería favorable para el dólar, pero negativa para Bitcoin.
Rick Rieder, de BlackRock, recalca la importancia de los mecanismos de mercado y, dada la tensión en la vivienda, defiende el recorte de gastos. Como experto en renta fija, Rieder comprende la lógica de los mercados de bonos, lo que podría hacerle más sensible a la gestión de expectativas de tipos a largo plazo y del mercado.
La paradoja temporal del efecto “presidente en la sombra” y los riesgos de trading
Para Bitcoin, la secuencia temporal es crucial, ya que hasta mediados de 2026 el impacto vendrá determinado por expectativas y condiciones financieras, no por cambios políticos inmediatos. El plan de Trump de anunciar al candidato “a principios de 2026” implica meses de audiencias y luchas internas en el Senado antes de que se confirme la elección. Hasta entonces, Powell y el actual comité mantendrán las riendas de la política monetaria.
Así, el impacto real en Bitcoin será el “efecto presidente en la sombra”: el mercado ajustará la curva de rendimientos y el tipo de cambio del dólar según la preferencia supuesta del sucesor, y las criptos reflejarán estos cambios. El peligro es que el mercado puede sobrerreaccionar ante un futuro aún incierto. Si finalmente Hassett no es nominado, o el Senado rechaza su confirmación, todas las posiciones largas en Bitcoin y cortas en dólar basadas en la hipótesis “Hassett dovish” se revertirán de forma abrupta.
Tras las salidas de capital de noviembre, la aceleración sostenida de los flujos netos de entrada confirmará el rebote y absorberá la oferta de los mineros que toman beneficios. La reasignación de posiciones también ha influido: en noviembre, la caída del precio de Bitcoin llevó a grandes reembolsos en los ETF estadounidenses de Bitcoin spot, pero tras el cierre de cortos y la debilidad del dólar, Bitcoin rebotó rápidamente. Las fuertes salidas de noviembre y el récord diario de salidas a principios de mes dejaron margen para un rebote técnico tras la relajación de las presiones macro.
Si la probabilidad de recorte de tipos en diciembre aumenta aún más tras el comunicado de política y las previsiones, la debilidad del dólar y un entorno financiero más laxo seguirán actuando como viento de cola. Por el contrario, una sorpresa hawkish o un repunte de la inflación fortalecerán el dólar, impulsarán los rendimientos y ejercerán presión sobre los activos de riesgo, incluidas las criptomonedas.
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¡El repunte de Bitcoin apuesta por el colapso del dólar! ¿Continuará el impulso de negociación del "presidente en la sombra" de la Reserva Federal?
Los inversores en Bitcoin celebran el repunte del precio hasta los 93.000 dólares, pero podrían estar pasando por alto un riesgo clave de “secuencia” relacionado con la liquidez. Kevin Hassett, ex economista de la Casa Blanca, es uno de los favoritos para presidir la Reserva Federal; su postura dovish podría impulsar una mayor debilidad del dólar, pero esta operativa basada en expectativas podría agotar su impulso antes de la transición oficial de la presidencia en mayo de 2026.
El dólar encadena nueve días de caídas y baila a la inversa de Bitcoin
(Fuente: MacroMicro)
Mientras Bitcoin rebota recientemente, el dólar ha caído durante nueve sesiones consecutivas, una correlación inversa que es clave para entender la actual subida de Bitcoin. El índice del dólar (DXY) ha retrocedido aproximadamente un 3% desde el máximo de noviembre, mientras que Bitcoin ha subido desde el rango de 84.000-87.000 dólares hasta cerca de 93.000 dólares. Este movimiento inverso no es casualidad, sino un reflejo directo del mecanismo de liquidez.
La debilidad del dólar se debe al aumento de las expectativas de recortes de tipos por parte de la Reserva Federal. El mercado de futuros sitúa en un 80% la probabilidad de un recorte de 25 puntos básicos este mes, relajando así las condiciones financieras. Cuando el mercado anticipa recortes de tipos, el atractivo del dólar disminuye porque los intereses que paga serán menores. Como resultado, los fondos fluyen del dólar hacia otros activos, como acciones, oro y Bitcoin.
La rentabilidad del bono estadounidense a 10 años se mantiene en torno al 4,1%, un entorno históricamente favorable al apetito por riesgo en el mercado de criptomonedas. Cuando los tipos de interés a largo plazo se estabilizan y dejan de subir, el mercado deja de temer una inflación descontrolada o una Reserva Federal forzada a endurecer más la política. Este entorno de tipos estables da margen a los activos de riesgo.
Esto ayuda a que Bitcoin se recupere desde mínimos tras un agitado noviembre, con productos cripto apalancados y acciones proxy experimentando fuertes oscilaciones. La corrección de noviembre estuvo impulsada por la fortaleza del dólar y el alza de los tipos a largo plazo; al revertirse ambos factores en diciembre, Bitcoin rebota de forma natural. En la sesión intermedia de esta semana, el precio spot ronda los 92.300 dólares y, desde el punto de vista técnico, ya ha superado el canal bajista formado en noviembre, abriendo espacio para más subidas.
Tres grandes mecanismos de la correlación inversa entre dólar y Bitcoin
Sustitución de liquidez: Cuando el dólar se debilita, los fondos se mueven hacia otros almacenes de valor como Bitcoin.
Paridad del poder adquisitivo: La depreciación del dólar refuerza el poder adquisitivo de los inversores no denominados en dólares para comprar Bitcoin.
Indicador de apetito por riesgo: Un dólar débil suele acompañar políticas monetarias laxas, aumentando el atractivo de los activos de riesgo.
Esta correlación inversa es clara en los datos de 2023 a 2025. Cada vez que el índice del dólar cae más de un 2% en un mes, Bitcoin sube de media un 15%. Por el contrario, los meses en que el dólar sube más de un 2%, Bitcoin suele enfrentar presión correctiva. Esta regularidad estadística ofrece un importante marco de cobertura macro para los operadores a corto plazo.
El espectro de políticas de los cinco candidatos y el destino del dólar
(Fuente: Polymarket)
La especulación sobre el “presidente en la sombra” de la Reserva Federal añade un nuevo catalizador. Según Reuters, el presidente Trump planea nominar a su candidato para presidir la Fed a principios de 2026, cuando el mandato de Powell expira el 15 de mayo de 2026. El mercado de predicciones Polymarket da preferencia a Hassett, ya que los operadores consideran que su política podría ser más acomodaticia el próximo año.
Kevin Hassett ha declarado recientemente que la inflación está “bajando drásticamente” y ha urgido a acelerar los recortes de tipos. Los inversores creen que, si la cúpula de la Fed adopta esta postura, sería una inclinación dovish y ejercería presión sobre el dólar. Hassett, ex economista jefe de la Casa Blanca y ex asesor de Coinbase, tiene una clara preferencia por estimular el crecimiento económico, incluso a costa de una inflación algo más alta. Para Bitcoin, esta postura dovish es el escenario más favorable.
El actual gobernador Christopher Waller ha abogado recientemente por recortar en diciembre, aunque subraya que las decisiones dependerán de los datos. Su postura es relativamente neutral, ni extremadamente dovish ni hawkish. El énfasis en la dependencia de los datos indica que la política se ajustará de forma flexible según los datos de inflación y empleo, una gradualidad que el mercado percibe como predecible.
La vicepresidenta de Supervisión, Michelle Bowman, tiende a adoptar una estrategia gradualista desde la óptica de la estabilidad financiera. Su prioridad es evitar riesgos sistémicos, lo que significa que probablemente evitaría cambios de política agresivos, ya sean recortes o subidas rápidas de tipos.
Kevin Warsh, ex gobernador, ha criticado durante mucho tiempo la expansión del balance de la Fed y probablemente adoptaría una postura más dura ante la inflación y la velocidad de salida de capitales. Warsh apuesta por acelerar la reducción del balance y limitar la liquidez para el mercado. Esta postura hawkish sería favorable para el dólar, pero negativa para Bitcoin.
Rick Rieder, de BlackRock, recalca la importancia de los mecanismos de mercado y, dada la tensión en la vivienda, defiende el recorte de gastos. Como experto en renta fija, Rieder comprende la lógica de los mercados de bonos, lo que podría hacerle más sensible a la gestión de expectativas de tipos a largo plazo y del mercado.
La paradoja temporal del efecto “presidente en la sombra” y los riesgos de trading
Para Bitcoin, la secuencia temporal es crucial, ya que hasta mediados de 2026 el impacto vendrá determinado por expectativas y condiciones financieras, no por cambios políticos inmediatos. El plan de Trump de anunciar al candidato “a principios de 2026” implica meses de audiencias y luchas internas en el Senado antes de que se confirme la elección. Hasta entonces, Powell y el actual comité mantendrán las riendas de la política monetaria.
Así, el impacto real en Bitcoin será el “efecto presidente en la sombra”: el mercado ajustará la curva de rendimientos y el tipo de cambio del dólar según la preferencia supuesta del sucesor, y las criptos reflejarán estos cambios. El peligro es que el mercado puede sobrerreaccionar ante un futuro aún incierto. Si finalmente Hassett no es nominado, o el Senado rechaza su confirmación, todas las posiciones largas en Bitcoin y cortas en dólar basadas en la hipótesis “Hassett dovish” se revertirán de forma abrupta.
Tras las salidas de capital de noviembre, la aceleración sostenida de los flujos netos de entrada confirmará el rebote y absorberá la oferta de los mineros que toman beneficios. La reasignación de posiciones también ha influido: en noviembre, la caída del precio de Bitcoin llevó a grandes reembolsos en los ETF estadounidenses de Bitcoin spot, pero tras el cierre de cortos y la debilidad del dólar, Bitcoin rebotó rápidamente. Las fuertes salidas de noviembre y el récord diario de salidas a principios de mes dejaron margen para un rebote técnico tras la relajación de las presiones macro.
Si la probabilidad de recorte de tipos en diciembre aumenta aún más tras el comunicado de política y las previsiones, la debilidad del dólar y un entorno financiero más laxo seguirán actuando como viento de cola. Por el contrario, una sorpresa hawkish o un repunte de la inflación fortalecerán el dólar, impulsarán los rendimientos y ejercerán presión sobre los activos de riesgo, incluidas las criptomonedas.