BlackRock en sus documentos presentados a la SEC afirma que su creencia en el valor a largo plazo de Bitcoin sigue siendo firme, considerando a Bitcoin como un tema estructural que perdurará durante décadas, impulsado por la curva de adopción, la profundidad de liquidez y la disminución de la confianza en los sistemas monetarios tradicionales. El iShares Bitcoin Trust (IBIT) ha acumulado entradas netas de 64,45 mil millones de dólares, gestionando más de 80 mil millones de dólares, convirtiéndose en el producto líder del mercado, con perspectivas de alcanzar 300 millones de usuarios en 12 años.
La curva de adopción supera a Internet: el valor estructural de 300 millones de usuarios
(Fuente: BlackRock)
El argumento central de BlackRock se basa en el crecimiento de la red de Bitcoin, calificándolo como uno de los crecimientos más rápidos en el ciclo tecnológico moderno. El documento cita datos estimados de adopción que muestran que, tras aproximadamente 12 años desde su lanzamiento, Bitcoin ha superado los 300 millones de usuarios en todo el mundo, superando a los teléfonos móviles y a las primeras etapas de Internet, las cuales requirieron mucho más tiempo para alcanzar umbrales similares.
Para BlackRock, esta curva no es solo un dato, sino que redefine a Bitcoin como un activo a largo plazo, cuyo valor refleja la participación en la red acumulada, en lugar de las fluctuaciones mensuales de precio. Esta perspectiva desafía la atención excesiva del mercado a las fluctuaciones a corto plazo del precio de Bitcoin. Cuando el precio de Bitcoin cayó de 105,000 dólares, muchos analistas cuestionaron la sostenibilidad de la demanda institucional, pero el marco de BlackRock muestra que estas volatilidades a corto plazo no son contradictorias con el crecimiento del valor de la red a largo plazo.
La compañía también presenta una matriz de rendimiento de diez años que muestra que, aunque algunos años han sido muy volátiles, Bitcoin frecuentemente lidera o se encuentra en la parte baja en las clasificaciones de rendimiento anual, pero su rendimiento acumulado y anualizado supera al de acciones, oro, commodities y bonos. Este marco considera la volatilidad como un coste inherente al riesgo, no como una falla estructural.
Desde 2015 hasta la fecha, los datos muestran que Bitcoin ha tenido retornos superiores al 100% en algunos años, mientras que en otros ha caído más del 70%, pero su rendimiento anualizado sigue siendo muy superior a los activos tradicionales. Para una firma de gestión de activos, cuyo producto está diseñado para asignaciones a largo plazo en décadas, la pausa temporal no es tanto una advertencia, sino una característica familiar del ciclo de Bitcoin.
El documento también destaca que la desaceleración actual en el crecimiento del precio de Bitcoin no ha afectado la participación de los inversores institucionales. BlackRock cree que la adopción digital de Bitcoin, la incertidumbre macroeconómica y la expansión de la infraestructura regulada continúan fortaleciendo los fundamentos, incluso si el precio spot se desacelera. Esta evaluación se basa en la estructura del mercado, no en la dinámica de precios.
IBIT redefine la estructura del mercado: 64.45 mil millones de dólares en validación institucional
(Fuente: SoSoValue)
El segundo tema del documento es que el producto propio de BlackRock, iShares Bitcoin Trust (IBIT), ha transformado el acceso a este activo al facilitar una participación más profunda de las instituciones. La firma se enfoca en tres aspectos: simplificar la exposición al riesgo, mejorar la liquidez y consolidar mecanismos regulados de custodia y valoración.
BlackRock afirma que IBIT permite a las instituciones mantener Bitcoin en estructuras familiares, reduciendo las fricciones operativas. La custodia, la gestión de claves y los obstáculos tecnológicos, que siempre han sido barreras para las instituciones, ahora se eliminan, reemplazados por procesos de liquidación tradicionales. Este cambio tiene un impacto profundo: los inversores institucionales ya no necesitan contratar equipos especializados en custodia de criptomonedas ni establecer procesos complejos, sino que pueden comprar IBIT como si fuera una acción ETF para obtener exposición a Bitcoin.
Asimismo, BlackRock resalta que la liquidez es uno de los impactos más importantes de IBIT en el mercado. Desde su lanzamiento, el producto se ha convertido en el ETF de Bitcoin más negociado, facilitando spreads más estrechos y libros de órdenes más profundos. Para los grandes gestores de activos, la calidad de ejecución es una validación: mayor liquidez significa mayor aceptación por parte de los inversores institucionales.
Además, la firma destaca su colaboración con exchanges regulados de criptomonedas en infraestructura, la referencia de precios regulada y un marco de auditoría riguroso, que demuestran que la inversión en Bitcoin ahora puede cumplir con los estándares de acciones o bonos. Gracias a este diseño, la compañía ha gestionado transferencias físicas por más de 3 mil millones de dólares, lo que indica confianza en su estructura de custodia por parte de instituciones y grandes inversores.
Datos sobre la posición dominante de IBIT en el mercado
Entradas netas acumuladas: 64.45 mil millones de dólares desde su lanzamiento en 2024, liderando continuamente
Gestión de activos: más de 80 mil millones de dólares, convirtiéndose en el ETF de Bitcoin más grande del mercado
Participación de mercado: según K33 Research, las entradas de IBIT este año superan la suma de otros 10 productos de Bitcoin
Transferencias físicas: más de 3 mil millones de dólares gestionados, demostrando confianza institucional en la estructura de custodia
Estas cifras no son solo indicadores de rendimiento, sino evidencia directa de la demanda institucional. Cuando el precio de Bitcoin retrocede desde sus picos, las entradas en IBIT no disminuyen significativamente; al contrario, en algunos retrocesos, se observa una entrada contracíclica. Esto muestra que los inversores institucionales adoptan una estrategia de largo plazo, no de especulación a corto plazo. Este flujo de fondos está en línea con la narrativa a largo plazo de BlackRock.
Alternativa monetaria global: cobertura frente a la pérdida de confianza en las monedas fiduciarias
El apartado más visionario del documento se titula “Alternativa monetaria global”. BlackRock describe a Bitcoin como un activo escaso y descentralizado, con potencial para beneficiarse de las continuas tensiones geopolíticas, el aumento de la deuda y la pérdida de confianza en las monedas fiduciarias tradicionales. La firma no presenta a Bitcoin como un reemplazo directo de las monedas soberanas, pero su significado es claro: ante la presión sobre los sistemas monetarios tradicionales, Bitcoin se vuelve cada vez más relevante.
Esta visión se apoya en una comprensión profunda de las tendencias macroeconómicas. La proporción de deuda respecto al PIB en las principales economías sigue en aumento; la deuda federal de EE. UU. supera los 36 billones de dólares, y las cargas de deuda en Japón, la UE y otros países también son elevadas. En este contexto, los bancos centrales enfrentan un dilema: subir tasas para controlar la inflación, lo que agrava la carga de la deuda, o mantener tasas bajas, sacrificando el poder adquisitivo de la moneda. La oferta limitada de Bitcoin (21 millones) lo convierte en un hedge natural frente a esta situación.
BlackRock también sitúa a Bitcoin en un contexto de transformación tecnológica más amplio. Como la criptomoneda más utilizada, Bitcoin simboliza la mainstreamización de la infraestructura de activos digitales, incluyendo sistemas de pago, liquidación y mercados financieros basados en blockchain. En este escenario, Bitcoin tiene una doble función: como herramienta de cobertura monetaria y como exposición tecnológica.
Este doble enfoque ayuda a entender la postura optimista de BlackRock. Uno de sus pilares es el factor macroeconómico, vinculado a la dinámica de la inflación, las políticas fiscales y los conflictos geopolíticos. Otro es el factor estructural, relacionado con la expansión global de las redes blockchain. En este sentido, la reciente tendencia de precios lenta no afecta sustancialmente estos argumentos.
Por qué las fluctuaciones a corto plazo no afectan la narrativa a largo plazo
El núcleo del argumento de BlackRock radica en redefinir la escala temporal. Para la mayoría de los inversores minoristas, una caída de Bitcoin de 105,000 dólares a menos de 100,000 dólares puede ser un fracaso psicológico importante. Pero para gestores de activos como BlackRock, con horizontes de inversión de diez o incluso varias décadas, estas volatilidades a corto plazo son solo ruido en la tendencia ascendente a largo plazo.
El documento enfatiza repetidamente que la tasa de crecimiento del valor estratégico de Bitcoin supera con creces lo que reflejan sus precios. Esta narrativa contrasta claramente con el mercado actual, donde cada retroceso suele generar dudas sobre la resiliencia institucional. La postura de BlackRock es que la demanda institucional no se basa en la dinámica de precios, sino en una evaluación fría del valor de la red, la profundidad de liquidez y las necesidades de cobertura macroeconómica.
Este enfoque también se valida con las entradas en IBIT. Durante las fluctuaciones del precio de Bitcoin, IBIT no ha experimentado salidas masivas; en algunos retrocesos, incluso ha visto entradas contracíclicas. Esto indica que los inversores institucionales aprovechan las caídas para aumentar su exposición, en línea con la visión a largo plazo de BlackRock.
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BlackRock apuesta 80 mil millones de dólares! ¿Por qué la corrección en el precio de Bitcoin se convierte en una oportunidad de compra?
BlackRock en sus documentos presentados a la SEC afirma que su creencia en el valor a largo plazo de Bitcoin sigue siendo firme, considerando a Bitcoin como un tema estructural que perdurará durante décadas, impulsado por la curva de adopción, la profundidad de liquidez y la disminución de la confianza en los sistemas monetarios tradicionales. El iShares Bitcoin Trust (IBIT) ha acumulado entradas netas de 64,45 mil millones de dólares, gestionando más de 80 mil millones de dólares, convirtiéndose en el producto líder del mercado, con perspectivas de alcanzar 300 millones de usuarios en 12 años.
La curva de adopción supera a Internet: el valor estructural de 300 millones de usuarios
(Fuente: BlackRock)
El argumento central de BlackRock se basa en el crecimiento de la red de Bitcoin, calificándolo como uno de los crecimientos más rápidos en el ciclo tecnológico moderno. El documento cita datos estimados de adopción que muestran que, tras aproximadamente 12 años desde su lanzamiento, Bitcoin ha superado los 300 millones de usuarios en todo el mundo, superando a los teléfonos móviles y a las primeras etapas de Internet, las cuales requirieron mucho más tiempo para alcanzar umbrales similares.
Para BlackRock, esta curva no es solo un dato, sino que redefine a Bitcoin como un activo a largo plazo, cuyo valor refleja la participación en la red acumulada, en lugar de las fluctuaciones mensuales de precio. Esta perspectiva desafía la atención excesiva del mercado a las fluctuaciones a corto plazo del precio de Bitcoin. Cuando el precio de Bitcoin cayó de 105,000 dólares, muchos analistas cuestionaron la sostenibilidad de la demanda institucional, pero el marco de BlackRock muestra que estas volatilidades a corto plazo no son contradictorias con el crecimiento del valor de la red a largo plazo.
La compañía también presenta una matriz de rendimiento de diez años que muestra que, aunque algunos años han sido muy volátiles, Bitcoin frecuentemente lidera o se encuentra en la parte baja en las clasificaciones de rendimiento anual, pero su rendimiento acumulado y anualizado supera al de acciones, oro, commodities y bonos. Este marco considera la volatilidad como un coste inherente al riesgo, no como una falla estructural.
Desde 2015 hasta la fecha, los datos muestran que Bitcoin ha tenido retornos superiores al 100% en algunos años, mientras que en otros ha caído más del 70%, pero su rendimiento anualizado sigue siendo muy superior a los activos tradicionales. Para una firma de gestión de activos, cuyo producto está diseñado para asignaciones a largo plazo en décadas, la pausa temporal no es tanto una advertencia, sino una característica familiar del ciclo de Bitcoin.
El documento también destaca que la desaceleración actual en el crecimiento del precio de Bitcoin no ha afectado la participación de los inversores institucionales. BlackRock cree que la adopción digital de Bitcoin, la incertidumbre macroeconómica y la expansión de la infraestructura regulada continúan fortaleciendo los fundamentos, incluso si el precio spot se desacelera. Esta evaluación se basa en la estructura del mercado, no en la dinámica de precios.
IBIT redefine la estructura del mercado: 64.45 mil millones de dólares en validación institucional
(Fuente: SoSoValue)
El segundo tema del documento es que el producto propio de BlackRock, iShares Bitcoin Trust (IBIT), ha transformado el acceso a este activo al facilitar una participación más profunda de las instituciones. La firma se enfoca en tres aspectos: simplificar la exposición al riesgo, mejorar la liquidez y consolidar mecanismos regulados de custodia y valoración.
BlackRock afirma que IBIT permite a las instituciones mantener Bitcoin en estructuras familiares, reduciendo las fricciones operativas. La custodia, la gestión de claves y los obstáculos tecnológicos, que siempre han sido barreras para las instituciones, ahora se eliminan, reemplazados por procesos de liquidación tradicionales. Este cambio tiene un impacto profundo: los inversores institucionales ya no necesitan contratar equipos especializados en custodia de criptomonedas ni establecer procesos complejos, sino que pueden comprar IBIT como si fuera una acción ETF para obtener exposición a Bitcoin.
Asimismo, BlackRock resalta que la liquidez es uno de los impactos más importantes de IBIT en el mercado. Desde su lanzamiento, el producto se ha convertido en el ETF de Bitcoin más negociado, facilitando spreads más estrechos y libros de órdenes más profundos. Para los grandes gestores de activos, la calidad de ejecución es una validación: mayor liquidez significa mayor aceptación por parte de los inversores institucionales.
Además, la firma destaca su colaboración con exchanges regulados de criptomonedas en infraestructura, la referencia de precios regulada y un marco de auditoría riguroso, que demuestran que la inversión en Bitcoin ahora puede cumplir con los estándares de acciones o bonos. Gracias a este diseño, la compañía ha gestionado transferencias físicas por más de 3 mil millones de dólares, lo que indica confianza en su estructura de custodia por parte de instituciones y grandes inversores.
Datos sobre la posición dominante de IBIT en el mercado
Entradas netas acumuladas: 64.45 mil millones de dólares desde su lanzamiento en 2024, liderando continuamente
Gestión de activos: más de 80 mil millones de dólares, convirtiéndose en el ETF de Bitcoin más grande del mercado
Participación de mercado: según K33 Research, las entradas de IBIT este año superan la suma de otros 10 productos de Bitcoin
Transferencias físicas: más de 3 mil millones de dólares gestionados, demostrando confianza institucional en la estructura de custodia
Estas cifras no son solo indicadores de rendimiento, sino evidencia directa de la demanda institucional. Cuando el precio de Bitcoin retrocede desde sus picos, las entradas en IBIT no disminuyen significativamente; al contrario, en algunos retrocesos, se observa una entrada contracíclica. Esto muestra que los inversores institucionales adoptan una estrategia de largo plazo, no de especulación a corto plazo. Este flujo de fondos está en línea con la narrativa a largo plazo de BlackRock.
Alternativa monetaria global: cobertura frente a la pérdida de confianza en las monedas fiduciarias
El apartado más visionario del documento se titula “Alternativa monetaria global”. BlackRock describe a Bitcoin como un activo escaso y descentralizado, con potencial para beneficiarse de las continuas tensiones geopolíticas, el aumento de la deuda y la pérdida de confianza en las monedas fiduciarias tradicionales. La firma no presenta a Bitcoin como un reemplazo directo de las monedas soberanas, pero su significado es claro: ante la presión sobre los sistemas monetarios tradicionales, Bitcoin se vuelve cada vez más relevante.
Esta visión se apoya en una comprensión profunda de las tendencias macroeconómicas. La proporción de deuda respecto al PIB en las principales economías sigue en aumento; la deuda federal de EE. UU. supera los 36 billones de dólares, y las cargas de deuda en Japón, la UE y otros países también son elevadas. En este contexto, los bancos centrales enfrentan un dilema: subir tasas para controlar la inflación, lo que agrava la carga de la deuda, o mantener tasas bajas, sacrificando el poder adquisitivo de la moneda. La oferta limitada de Bitcoin (21 millones) lo convierte en un hedge natural frente a esta situación.
BlackRock también sitúa a Bitcoin en un contexto de transformación tecnológica más amplio. Como la criptomoneda más utilizada, Bitcoin simboliza la mainstreamización de la infraestructura de activos digitales, incluyendo sistemas de pago, liquidación y mercados financieros basados en blockchain. En este escenario, Bitcoin tiene una doble función: como herramienta de cobertura monetaria y como exposición tecnológica.
Este doble enfoque ayuda a entender la postura optimista de BlackRock. Uno de sus pilares es el factor macroeconómico, vinculado a la dinámica de la inflación, las políticas fiscales y los conflictos geopolíticos. Otro es el factor estructural, relacionado con la expansión global de las redes blockchain. En este sentido, la reciente tendencia de precios lenta no afecta sustancialmente estos argumentos.
Por qué las fluctuaciones a corto plazo no afectan la narrativa a largo plazo
El núcleo del argumento de BlackRock radica en redefinir la escala temporal. Para la mayoría de los inversores minoristas, una caída de Bitcoin de 105,000 dólares a menos de 100,000 dólares puede ser un fracaso psicológico importante. Pero para gestores de activos como BlackRock, con horizontes de inversión de diez o incluso varias décadas, estas volatilidades a corto plazo son solo ruido en la tendencia ascendente a largo plazo.
El documento enfatiza repetidamente que la tasa de crecimiento del valor estratégico de Bitcoin supera con creces lo que reflejan sus precios. Esta narrativa contrasta claramente con el mercado actual, donde cada retroceso suele generar dudas sobre la resiliencia institucional. La postura de BlackRock es que la demanda institucional no se basa en la dinámica de precios, sino en una evaluación fría del valor de la red, la profundidad de liquidez y las necesidades de cobertura macroeconómica.
Este enfoque también se valida con las entradas en IBIT. Durante las fluctuaciones del precio de Bitcoin, IBIT no ha experimentado salidas masivas; en algunos retrocesos, incluso ha visto entradas contracíclicas. Esto indica que los inversores institucionales aprovechan las caídas para aumentar su exposición, en línea con la visión a largo plazo de BlackRock.