Probablemente te estés preguntando: ¿cuál es la forma más fácil de hacer crecer tu cripto sin estar constantemente operando? Hay varias opciones sólidas que vale la pena explorar.

Las plataformas de staking son las más sencillas: bloquea tus tokens, gana recompensas. Nada de complicaciones, solo ingresos pasivos puros. El staking de Bitcoin y Ethereum suele ofrecer un retorno del 3-6% anual, aunque algunas altcoins alcanzan cifras más altas.

Los pools de préstamos DeFi son otra opción. Deposita tus activos en un pool de liquidez, recibe comisiones de los traders. Los retornos varían mucho dependiendo de la volatilidad del token y la profundidad del pool, pero puedes alcanzar cifras de dos dígitos si eliges el protocolo adecuado.

La yield farming requiere más atención: básicamente, buscas el mejor APY en diferentes plataformas. Es más arriesgado debido a la exposición a contratos inteligentes y pérdidas impermanentes, pero las recompensas pueden ser sustanciales.

Luego está el enfoque sin intervención: configúralo y olvídalo con vaults automatizados. Estos reequilibran tu portafolio y optimizan el rendimiento por ti. Menos estrés, retornos ligeramente menores.

¿La clave? Comienza con poco, entiende los riesgos y nunca inviertas más de lo que puedas permitirte perder. Los ingresos pasivos son reales, pero no están exentos de riesgo.