Según un informe reciente de Reuters, en una reunión del mundo empresarial en Rusia, las partes involucradas revelaron una idea de cooperación que involucra energía y criptomonedas: Estados Unidos expresó su interés en llevar a cabo actividades de minería de criptomonedas alrededor de la central nuclear de Zaporiyia. Al mismo tiempo, Rusia y Estados Unidos también están discutiendo cómo gestionar conjuntamente dicha central nuclear y cómo transferir parte de la electricidad a Ucrania.

¿¿Qué implica esta señal?? A simple vista parece una cooperación energética, pero en realidad apunta a un nuevo papel de las criptomonedas en la estrategia de las grandes potencias. La combinación de energía nuclear de bajo costo y limpia con la minería de criptomonedas abre un nuevo canal económico para Rusia en un entorno de sanciones internacionales. A través de la minería, los fondos pueden sortear las restricciones del sistema financiero tradicional, lo cual resulta atractivo para cualquier país que busque diversificar su economía.

Desde una perspectiva geopolítica, el interés de las grandes potencias en la minería de criptomonedas nunca es aislado. Cuando un país comienza a planificar seriamente su industria minera, generalmente significa que está reconsiderando la estructura de su exportación de energía, la asignación de capacidad computacional e incluso su competitividad internacional. En el futuro, es probable que veamos una relación más estrecha entre industrias intensivas en energía y la minería de criptomonedas—ya sea energía nuclear, hidroeléctrica u otras formas de energía—que puedan convertirse en objetivos de competencia minera.

La reestructuración del panorama global de capacidad computacional ya está en marcha silenciosamente. Cuando las grandes potencias intervienen, la competencia en la industria pasa de un nivel técnico a uno estratégico. Este cruce de caminos merece una atención continua.