Tu colega te contacta súper emocionado por una altcoin, jurando que está a punto de despegar. Confías en su recomendación, entras fuerte y te sientes bastante bien con la entrada. Luego miras el gráfico... y solo ves cómo se desangra. Vela roja tras vela roja. Sin rebote, sin recuperación, solo presión bajista constante. Es entonces cuando te das cuenta de que quizá acabas de convertirte en liquidez de salida para que alguien descargue sus bolsas. El dolor es diferente cuando la recomendación viene de alguien que realmente conoces. Pero ni siquiera puedes enfadarte, todos hemos estado en ambos lados de esta operación en algún momento. Solo es otro día en los mercados cripto, donde el timing lo es todo y nadie sabe realmente qué va a pasar después.