Un buen sistema de trading solo resuelve la mitad del problema; la verdadera prueba radica en mantener la calma en momentos críticos y en tener un olfato para el momento adecuado. La operación a corto plazo es como un combate: una estrategia correcta puede aprovechar al máximo las ganancias con el menor coste, mientras que una entrada fallida puede arruinar todo el esfuerzo previo.

La selección del punto de entrada debe ser precisa. Los puntos de entrada de alta calidad suelen situarse cerca de soportes o resistencias clave, lo que permite obtener una mejor relación riesgo-recompensa. La táctica de ruptura es un método clásico: cuando el precio rompe significativamente un nivel de resistencia anterior o la parte superior de las bandas de Bollinger, indica que podría iniciarse una nueva tendencia alcista. En ese momento, se entra en largo siguiendo la tendencia, colocando el stop justo debajo del nivel de ruptura — simple y efectivo.

La estrategia de rebote se aplica en mercados laterales y en retrocesos de tendencia: si el precio cae hasta un soporte importante, una media móvil o la parte inferior de las bandas de Bollinger, y además aparece una figura alcista como un martillo, se puede considerar entrar en largo para aprovechar la recuperación. El stop se coloca por debajo del soporte. En cualquier caso, el principio fundamental es uno solo: mantener la disciplina del "trading en el lado correcto", es decir, esperar a que el precio indique claramente la dirección antes de actuar, sin especular en la mitad del camino.

La selección de órdenes también puede cambiar las reglas del juego. Cuando el mercado es muy volátil, usar órdenes de mercado puede causar deslizamientos y pérdidas innecesarias. Las órdenes limitadas son la opción inteligente: predefinir el precio ideal de compra o venta, sin dejarse llevar por el miedo a perder o a comprar en alza, y mantener siempre el control del precio de ejecución.