En este círculo, después de mucho tiempo, descubrirás una regla: las personas que finalmente viven más cómodamente nunca se enriquecen de la noche a la mañana con una sola ola de mercado.

He visto demasiadas historias con mis propios ojos: alguien mira el mercado toda la noche y en un mes multiplica por diez su inversión, pero al mes siguiente lo pierde todo; también hay quienes apuestan todo en una sola operación y, tras acertar en una subida o bajada, creen que han alcanzado la iluminación, solo para que un desplome repentino termine con todo. En definitiva, la esencia de este juego es la mentalidad.

Ya no busco "tokens de cien veces" ni nada por el estilo, ahora me concentro en cómo mantenerse estable en medio de las grandes olas. Puede parecer poco sexy, pero realmente funciona.

**Primera trampa: No persigas las subidas**

El momento más peligroso es cuando el mercado está en auge. Verás en los grupos que todo es "sube, sube, sube" y en las redes sociales capturas de ganancias, esa emoción de FOMO puede arrasar con tu racionalidad. Yo mismo he salido de esa trampa: he perseguido máximos varias veces y siempre he sido el que compra en la cima.

Piensa en lo contrario: cuando el mercado cae, todos entran en pánico y venden en masa, esa es la verdadera oportunidad. Cuando otros temen y tiemblan, tú debes mantener la calma. Los que se atreven a salir en ese momento suelen ganar más cómodamente. ¿El mercado cae un 20%? No es algo malo, es una oferta.

**Segunda trampa: No tocar los contratos de futuros**

Lo digo claramente: el apalancamiento en los contratos es una herramienta de cosecha. Probablemente hayas oído historias de enriquecimiento rápido en una noche, pero las historias de liquidaciones y pérdidas totales hay cien veces más.

XRP sube y baja, BTC fluctúa, movimientos del 20% en un día son normales. ¿Agregarle un apalancamiento de 10 o 100 veces en ese momento? A corto plazo, puede que ganes dinero rápido, pero el riesgo es proporcional: la probabilidad de perderlo todo en un instante es mucho mayor. Nosotros estamos aquí para invertir, no para apostar.

**Tercera trampa: Emociones y avaricia**

La línea roja más difícil de mantener es que la avaricia no controle tus decisiones. Si crees en una moneda, invierte con un plan; si no entiendes una oportunidad, ni la toques; cuando alcances tu objetivo de ganancias, realiza la venta y no sueñes con aprovechar toda la tendencia.

Vivir a largo plazo en este mercado es mucho más importante que ganar mucho de una sola vez.