Desde su nacimiento en 2009, Bitcoin ha experimentado múltiples ciclos de mercados alcistas espectaculares y duras pruebas de mercados bajistas. Cada explosión de precios oculta una lógica profunda relacionada con la psicología del mercado, la evolución tecnológica y los cambios en las políticas. Para los participantes que desean aprovechar las oportunidades de bull run, comprender estos patrones cíclicos es fundamental. Este artículo revisará en profundidad cuatro etapas emblemáticas de mercados alcistas, revelando las fuerzas clave que impulsan el aumento de Bitcoin.
La esencia del mercado alcista: de la escasez a la actualización de consenso
El mercado alcista de Bitcoin no surge de la nada, sino que es el resultado de la resonancia de múltiples factores. En términos generales, un bull run presenta las siguientes características: precios en constante aumento, volumen de transacción claramente ampliado, actividad en la cadena significativamente elevada y un auge en la popularidad en redes sociales.
En comparación con los mercados bursátiles tradicionales, la volatilidad de Bitcoin en un mercado alcista es más intensa: puede duplicar su valor en corto plazo o reducirse a la mitad. Esta extrema volatilidad se debe a la alta emocionalidad de los participantes y a la relativa escasez de liquidez.
El evento de halving es el mecanismo central que impulsa los mercados alcistas. La red de Bitcoin realiza una reducción a la mitad de la recompensa a los mineros cada cuatro años. Los datos históricos muestran:
Tras el halving de 2012, BTC subió un 5,200%
Tras el halving de 2016, aumentó un 315%
Tras el halving de 2020, creció un 230%
Esto se debe a que el halving reduce directamente la oferta de nuevas monedas, y si la demanda se mantiene o crece, el precio inevitablemente sube.
2013: La primera locura de despertar de los grassroots
El Bitcoin de 2013 es un ejemplo típico de historia de inversión de base popular. Desde mayo, cuando subió de $145 a $1,200 en diciembre, un aumento del 730%. Este ciclo cambió radicalmente la percepción pública sobre las monedas digitales.
Los impulsores del mercado en ese momento incluyeron:
La crisis bancaria en Chipre generó ansiedad por la seguridad de los activos, llevando a algunos inversores a buscar activos descentralizados como Bitcoin
Los medios comenzaron a cubrir ampliamente el auge de Bitcoin, amplificando el efecto FOMO
Aunque la infraestructura de trading aún era primitiva, ya era suficiente para atraer a los primeros minoristas
Evento cisne negro: el colapso de Mt. Gox. Este exchange, que manejaba el 70% de las transacciones globales de Bitcoin, sufrió una vulnerabilidad de seguridad a principios de 2014 y finalmente quebró. Este evento destruyó la confianza del mercado, y Bitcoin cayó por debajo de $300, con una caída superior al 75%.
Esta lección demostró que, incluso con fundamentos sólidos, los eventos de riesgo pueden revertir una tendencia alcista consolidada.
2017: La fiesta minorista y la contraofensiva regulatoria
2017 fue la era de la participación masiva en el mercado de criptomonedas. Bitcoin subió de $1,000 a $20,000 en ese año, un aumento del 1,900%. Durante este período, incluso las abuelas y abuelos sin conocimientos técnicos discutían sobre criptomonedas, y en las mesas y en el metro se escuchaban conversaciones sobre los precios.
Factores que impulsaron la euforia:
La fiebre de las ICOs (Oferta Inicial de Monedas) atrajo millones de nuevos fondos al ecosistema cripto, que finalmente también fluyeron hacia Bitcoin
La competencia entre exchanges aumentó, con nuevas plataformas que reducían las barreras de entrada para minoristas
La cobertura mediática creció exponencialmente, creando un ciclo de retroalimentación positiva: aumento de precios → cobertura mediática → más participantes → nuevos aumentos
El volumen diario de transacciones pasó de $200 millones a principios de año a más de $15 mil millones en diciembre.
Pero la burbuja explotó rápidamente. A principios de 2018, China, Corea del Sur y otros países endurecieron regulaciones, y la SEC de EE. UU. anunció una mayor supervisión. Para diciembre de 2018, Bitcoin cayó a $3,200, un descenso del 84% desde su máximo histórico. Los minoristas pagaron un precio alto por su inexperiencia.
Este episodio nos advierte: un cambio en la postura regulatoria puede destruir en poco tiempo la euforia acumulada en el mercado.
2020-2021: La entrada de instituciones cambia las reglas
El ciclo alcista de 2020-2021 fue de una calidad completamente diferente. Bitcoin subió de $8,000 a $64,000 (+700%) y alcanzó un nuevo máximo de $69,000. Pero esta vez, los impulsores no fueron los minoristas, sino las empresas cotizadas en EE. UU.
Punto de inflexión:
MicroStrategy anunció que asignaría parte de sus fondos a Bitcoin
Tesla, Square y otros gigantes tecnológicos comenzaron a invertir
Para finales de 2021, estas instituciones poseían más de 125,000 BTC
Catalizador político: La Comisión de Comercio de Futuros de Commodities (CFTC) de EE. UU. aprobó los futuros de Bitcoin a finales de 2020, y varios países lanzaron productos relacionados, abriendo la puerta a los inversores institucionales.
Narrativa mejorada: de “burbuja especulativa” a “oro digital” y “herramienta de cobertura contra la inflación”. Los CEOs de grandes empresas comenzaron a discutir el valor estratégico de Bitcoin en sus informes financieros, lo que llevó a los gestores de patrimonio de mayor edad a tomarlo en serio.
El pico de $64,000 en mid-2021 se corrigió a $30,000 (-53%), recordando al mercado que, incluso con respaldo institucional, el riesgo sigue presente.
2024-2025: La nueva era de los ETF
La característica principal de esta ronda de bull run es la regulación y estandarización de activos.
En enero de 2024, la SEC de EE. UU. aprobó el primer ETF de Bitcoin al contado, marcando un momento histórico: los inversores comunes ahora pueden tener exposición a Bitcoin a través de cuentas de jubilación 401(k) o plataformas de corretaje, sin gestionar las claves privadas.
Datos que lo confirman:
Hasta noviembre, la entrada neta en todos los ETF de Bitcoin al contado superó los $28 mil millones, ya superando la escala de los ETF de oro en ese período
El Trust de Bitcoin de iShares de BlackRock (IBIT) posee más de 467,000 BTC
La posición total en ETFs de Bitcoin a nivel mundial superó 1 millón de BTC
Al mismo tiempo, instituciones como MicroStrategy y Michael Saylor continúan aumentando sus posiciones. Los datos on-chain de 2024 muestran que la participación institucional alcanzó niveles históricos.
Datos actualizados: según la cotización en tiempo real de diciembre de 2025, Bitcoin cotiza a $88.65K, tras un retroceso respecto a su máximo histórico de $126.08K, pero con un aumento del 122% respecto a principios de año ($40K). El volumen de transacciones en 24 horas es de $863.89M y la capitalización de mercado alcanza los $1.77T. Esto indica que, aunque los precios se ajusten, la participación y el capital en el mercado siguen en niveles altos.
Nuevos factores de riesgo:
Presión de liquidaciones por apalancamiento alto
Cambios en las políticas de tasas de interés que puedan reducir la preferencia por activos de riesgo
Continúa la preocupación ambiental, y los fondos ESG mantienen distancia de Bitcoin
La incertidumbre regulatoria persiste
Señales técnicas y huellas en la cadena para identificar mercados alcistas
Para captar la próxima subida, es necesario aprender a identificar señales tempranas.
Señales técnicas:
RSI (Índice de Fuerza Relativa) que cruza por encima de 70 indica fuerte interés comprador
Cruce dorado: la media móvil de 50 días cruza por encima de la de 200 días, señalando tendencia alcista a largo plazo
Volumen: cuando el precio alcanza nuevos máximos con volumen moderado, puede ser una falsa ruptura; si el volumen acompaña la subida, es una señal más sólida
Datos en la cadena:
Aumento en la salida de Bitcoin de los exchanges, indicando acumulación por parte de grandes tenedores (HODLers)
Entrada significativa de stablecoins en exchanges, sugiriendo preparación de grandes fondos para comprar
Movimientos de billeteras de ballenas (direcciones con más de 100 BTC)
El índice de ganancias no realizadas (URPD) y otros indicadores derivados reflejan la estructura de costos del mercado
Contexto macro:
Políticas de liquidez de los bancos centrales (ciclos de reducción de tasas suelen favorecer activos de riesgo)
Conflictos geopolíticos que elevan la aversión al riesgo
Señales públicas de cambios legislativos o regulatorios importantes
En 2024-2025, estas señales muestran que el RSI ha alcanzado varias veces más de 70, y la media móvil de 50 días está muy por encima de la de 200 días, características típicas de un mercado alcista.
Motores futuros: política, tecnología y oferta
Dimensión política: La propuesta de la “Ley Bitcoin 2024” de la congresista Cynthia Lummis en EE. UU. sugiere que el Departamento del Tesoro compre 1 millón de BTC en 5 años como reserva estratégica. Aunque en el corto plazo no es probable que pase, la mera existencia de la propuesta refleja un cambio en la orientación política.
Si se implementa, abriría la era de “inversiones soberanas en Bitcoin”. Países como Bután (más de 13,000 BTC) y El Salvador (aproximadamente 5,875 BTC) ya están experimentando. Si otros grandes países se suman, la demanda global de Bitcoin crecerá exponencialmente.
Dimensión tecnológica: La red de Bitcoin está a punto de recibir la actualización OP_CAT, que permitirá contratos más complejos y facilitará soluciones Layer-2 para procesar miles de transacciones por segundo. Esto abrirá la puerta a aplicaciones DeFi en Bitcoin, compitiendo directamente con Ethereum.
Dado que OP_CAT cuenta con amplio apoyo de la comunidad de desarrolladores, es probable que esta actualización se implemente en un futuro cercano, abriendo nuevos escenarios de uso para Bitcoin.
Dimensión de oferta: La próxima reducción a la mitad está prevista para 2028, lo que reducirá nuevamente la oferta de nuevas monedas. Si para entonces la participación institucional y los ETF siguen creciendo, la escasez se intensificará, alimentando el ciclo alcista.
Lista práctica para inversores
Frente a un mercado alcista, los inversores comunes deberían:
Paso 1: Formación
Entender en profundidad el funcionamiento de Bitcoin, sin seguir ciegamente la corriente
Estudiar los ciclos históricos de precios y evaluar si pueden mantener la calma
Seguir eventos clave: halving, cambios regulatorios, movimientos de grandes instituciones
Paso 2: Evaluación de riesgos y gestión de posiciones
Conocer su tolerancia al riesgo. Si una pérdida del 50% en una noche les impide dormir, no deben estar en posición total
Considerar construir posiciones en varias etapas en lugar de todo de una vez, para reducir el riesgo de comprar en máximos
Usar órdenes de stop-loss y definir límites mentales
Paso 3: Elección de plataformas
Preferir exchanges regulados, con alta transparencia, y evitar buscar solo altos intereses
Verificar medidas de seguridad: autenticación en dos factores, almacenamiento en cold wallets, auditorías periódicas
Para holdings a largo plazo, considerar wallets de autogestión
Paso 4: Seguridad ante todo
Utilizar hardware wallets (Ledger, Trezor) para almacenamiento en frío
Guardar las claves privadas o frases semilla en lugares seguros (sin capturas de pantalla ni envíos por email)
Retirar fondos periódicamente de los exchanges para reducir riesgos de hackeo
Paso 5: Preparación fiscal
Registrar todas las transacciones: fechas, montos, costos
Consultar con un asesor fiscal para entender los impuestos sobre ganancias de capital
Mantenerse actualizado con cambios regulatorios
Paso 6: Preparación mental
No dejarse llevar por el FOMO ante noticias de enriquecimiento rápido
No hacer compras en pánico en los mínimos, que suelen ser más bajos de lo esperado
Seguir fuentes confiables y filtrar información emocional o basura
Patrones cíclicos y advertencias de riesgo
El ciclo del mercado alcista de Bitcoin se ha vuelto más evidente:
2013: etapa de despertar de activos
2017: euforia minorista
2021: confirmación institucional
2024-25: estandarización de activos
Cada fase trae una evolución en los participantes: de tecnófilos → minoristas → instituciones → inversores mainstream.
Pero hay que tener cuidado:
El apalancamiento alto en las últimas fases suele terminar en tragedia (lecciones en 2017 y 2021)
La regulación suele endurecerse en los picos de euforia
Cambios macroeconómicos (subidas de tasas, recesiones) pueden romper la narrativa alcista en un instante
Nuevas monedas competidoras pueden desviar capital
Próximo destino: ¿cuándo comenzar?
Aunque no podemos predecir con precisión el inicio y fin del próximo bull run, la historia nos da pistas claras:
El ciclo de halving sigue siendo la referencia más confiable. La quinta reducción en 2028 creará escasez en la oferta, y si en ese momento la economía global y las políticas siguen favorables, la próxima gran tendencia estará fundamentada.
A corto plazo, la madurez del ecosistema ETF, el aumento de las tenencias corporativas y posibles adopciones gubernamentales refuerzan la tendencia. Los indicadores de sentimiento muestran un equilibrio entre alcistas y bajistas (50:50), lo cual suele ser una señal de calma antes de una gran subida.
Para quienes quieran participar, no es necesario esperar en el pico más extremo, sino prepararse antes de que la tendencia se confirme. Monitorear el calendario de halving, seguir las posiciones institucionales y estar atentos a cambios políticos son señales de advertencia.
Resumen
Las cuatro fases alcistas de Bitcoin muestran un proceso que evoluciona de un activo de alto riesgo a un activo institucionalizado. Desde la pura especulación en 2013 hasta la asignación en fondos indexados en 2024, este proceso ha transformado el panorama del mercado de capitales.
La próxima ola probablemente no será tan salvaje como 2017, sino más estructurada, con participantes más diversos y menor volatilidad, parcialmente suavizada por la influencia institucional. Pero esto no significa que las oportunidades desaparezcan: al contrario, un mercado más maduro ofrece mejores condiciones para inversores serios.
Lo clave es mantener la claridad, seguir aprendiendo y gestionar el riesgo con disciplina. Bitcoin no ha cambiado en sí mismo, sino que el mercado ha madurado. Para quienes estén preparados, la próxima fase alcista está a la vista.
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Cuatro iteraciones: Cómo el ciclo alcista de Bitcoin moldea el panorama del mercado de criptomonedas
Desde su nacimiento en 2009, Bitcoin ha experimentado múltiples ciclos de mercados alcistas espectaculares y duras pruebas de mercados bajistas. Cada explosión de precios oculta una lógica profunda relacionada con la psicología del mercado, la evolución tecnológica y los cambios en las políticas. Para los participantes que desean aprovechar las oportunidades de bull run, comprender estos patrones cíclicos es fundamental. Este artículo revisará en profundidad cuatro etapas emblemáticas de mercados alcistas, revelando las fuerzas clave que impulsan el aumento de Bitcoin.
La esencia del mercado alcista: de la escasez a la actualización de consenso
El mercado alcista de Bitcoin no surge de la nada, sino que es el resultado de la resonancia de múltiples factores. En términos generales, un bull run presenta las siguientes características: precios en constante aumento, volumen de transacción claramente ampliado, actividad en la cadena significativamente elevada y un auge en la popularidad en redes sociales.
En comparación con los mercados bursátiles tradicionales, la volatilidad de Bitcoin en un mercado alcista es más intensa: puede duplicar su valor en corto plazo o reducirse a la mitad. Esta extrema volatilidad se debe a la alta emocionalidad de los participantes y a la relativa escasez de liquidez.
El evento de halving es el mecanismo central que impulsa los mercados alcistas. La red de Bitcoin realiza una reducción a la mitad de la recompensa a los mineros cada cuatro años. Los datos históricos muestran:
Esto se debe a que el halving reduce directamente la oferta de nuevas monedas, y si la demanda se mantiene o crece, el precio inevitablemente sube.
2013: La primera locura de despertar de los grassroots
El Bitcoin de 2013 es un ejemplo típico de historia de inversión de base popular. Desde mayo, cuando subió de $145 a $1,200 en diciembre, un aumento del 730%. Este ciclo cambió radicalmente la percepción pública sobre las monedas digitales.
Los impulsores del mercado en ese momento incluyeron:
Evento cisne negro: el colapso de Mt. Gox. Este exchange, que manejaba el 70% de las transacciones globales de Bitcoin, sufrió una vulnerabilidad de seguridad a principios de 2014 y finalmente quebró. Este evento destruyó la confianza del mercado, y Bitcoin cayó por debajo de $300, con una caída superior al 75%.
Esta lección demostró que, incluso con fundamentos sólidos, los eventos de riesgo pueden revertir una tendencia alcista consolidada.
2017: La fiesta minorista y la contraofensiva regulatoria
2017 fue la era de la participación masiva en el mercado de criptomonedas. Bitcoin subió de $1,000 a $20,000 en ese año, un aumento del 1,900%. Durante este período, incluso las abuelas y abuelos sin conocimientos técnicos discutían sobre criptomonedas, y en las mesas y en el metro se escuchaban conversaciones sobre los precios.
Factores que impulsaron la euforia:
El volumen diario de transacciones pasó de $200 millones a principios de año a más de $15 mil millones en diciembre.
Pero la burbuja explotó rápidamente. A principios de 2018, China, Corea del Sur y otros países endurecieron regulaciones, y la SEC de EE. UU. anunció una mayor supervisión. Para diciembre de 2018, Bitcoin cayó a $3,200, un descenso del 84% desde su máximo histórico. Los minoristas pagaron un precio alto por su inexperiencia.
Este episodio nos advierte: un cambio en la postura regulatoria puede destruir en poco tiempo la euforia acumulada en el mercado.
2020-2021: La entrada de instituciones cambia las reglas
El ciclo alcista de 2020-2021 fue de una calidad completamente diferente. Bitcoin subió de $8,000 a $64,000 (+700%) y alcanzó un nuevo máximo de $69,000. Pero esta vez, los impulsores no fueron los minoristas, sino las empresas cotizadas en EE. UU.
Punto de inflexión:
Catalizador político: La Comisión de Comercio de Futuros de Commodities (CFTC) de EE. UU. aprobó los futuros de Bitcoin a finales de 2020, y varios países lanzaron productos relacionados, abriendo la puerta a los inversores institucionales.
Narrativa mejorada: de “burbuja especulativa” a “oro digital” y “herramienta de cobertura contra la inflación”. Los CEOs de grandes empresas comenzaron a discutir el valor estratégico de Bitcoin en sus informes financieros, lo que llevó a los gestores de patrimonio de mayor edad a tomarlo en serio.
El pico de $64,000 en mid-2021 se corrigió a $30,000 (-53%), recordando al mercado que, incluso con respaldo institucional, el riesgo sigue presente.
2024-2025: La nueva era de los ETF
La característica principal de esta ronda de bull run es la regulación y estandarización de activos.
En enero de 2024, la SEC de EE. UU. aprobó el primer ETF de Bitcoin al contado, marcando un momento histórico: los inversores comunes ahora pueden tener exposición a Bitcoin a través de cuentas de jubilación 401(k) o plataformas de corretaje, sin gestionar las claves privadas.
Datos que lo confirman:
Al mismo tiempo, instituciones como MicroStrategy y Michael Saylor continúan aumentando sus posiciones. Los datos on-chain de 2024 muestran que la participación institucional alcanzó niveles históricos.
Datos actualizados: según la cotización en tiempo real de diciembre de 2025, Bitcoin cotiza a $88.65K, tras un retroceso respecto a su máximo histórico de $126.08K, pero con un aumento del 122% respecto a principios de año ($40K). El volumen de transacciones en 24 horas es de $863.89M y la capitalización de mercado alcanza los $1.77T. Esto indica que, aunque los precios se ajusten, la participación y el capital en el mercado siguen en niveles altos.
Nuevos factores de riesgo:
Señales técnicas y huellas en la cadena para identificar mercados alcistas
Para captar la próxima subida, es necesario aprender a identificar señales tempranas.
Señales técnicas:
Datos en la cadena:
Contexto macro:
En 2024-2025, estas señales muestran que el RSI ha alcanzado varias veces más de 70, y la media móvil de 50 días está muy por encima de la de 200 días, características típicas de un mercado alcista.
Motores futuros: política, tecnología y oferta
Dimensión política: La propuesta de la “Ley Bitcoin 2024” de la congresista Cynthia Lummis en EE. UU. sugiere que el Departamento del Tesoro compre 1 millón de BTC en 5 años como reserva estratégica. Aunque en el corto plazo no es probable que pase, la mera existencia de la propuesta refleja un cambio en la orientación política.
Si se implementa, abriría la era de “inversiones soberanas en Bitcoin”. Países como Bután (más de 13,000 BTC) y El Salvador (aproximadamente 5,875 BTC) ya están experimentando. Si otros grandes países se suman, la demanda global de Bitcoin crecerá exponencialmente.
Dimensión tecnológica: La red de Bitcoin está a punto de recibir la actualización OP_CAT, que permitirá contratos más complejos y facilitará soluciones Layer-2 para procesar miles de transacciones por segundo. Esto abrirá la puerta a aplicaciones DeFi en Bitcoin, compitiendo directamente con Ethereum.
Dado que OP_CAT cuenta con amplio apoyo de la comunidad de desarrolladores, es probable que esta actualización se implemente en un futuro cercano, abriendo nuevos escenarios de uso para Bitcoin.
Dimensión de oferta: La próxima reducción a la mitad está prevista para 2028, lo que reducirá nuevamente la oferta de nuevas monedas. Si para entonces la participación institucional y los ETF siguen creciendo, la escasez se intensificará, alimentando el ciclo alcista.
Lista práctica para inversores
Frente a un mercado alcista, los inversores comunes deberían:
Paso 1: Formación
Paso 2: Evaluación de riesgos y gestión de posiciones
Paso 3: Elección de plataformas
Paso 4: Seguridad ante todo
Paso 5: Preparación fiscal
Paso 6: Preparación mental
Patrones cíclicos y advertencias de riesgo
El ciclo del mercado alcista de Bitcoin se ha vuelto más evidente:
Cada fase trae una evolución en los participantes: de tecnófilos → minoristas → instituciones → inversores mainstream.
Pero hay que tener cuidado:
Próximo destino: ¿cuándo comenzar?
Aunque no podemos predecir con precisión el inicio y fin del próximo bull run, la historia nos da pistas claras:
El ciclo de halving sigue siendo la referencia más confiable. La quinta reducción en 2028 creará escasez en la oferta, y si en ese momento la economía global y las políticas siguen favorables, la próxima gran tendencia estará fundamentada.
A corto plazo, la madurez del ecosistema ETF, el aumento de las tenencias corporativas y posibles adopciones gubernamentales refuerzan la tendencia. Los indicadores de sentimiento muestran un equilibrio entre alcistas y bajistas (50:50), lo cual suele ser una señal de calma antes de una gran subida.
Para quienes quieran participar, no es necesario esperar en el pico más extremo, sino prepararse antes de que la tendencia se confirme. Monitorear el calendario de halving, seguir las posiciones institucionales y estar atentos a cambios políticos son señales de advertencia.
Resumen
Las cuatro fases alcistas de Bitcoin muestran un proceso que evoluciona de un activo de alto riesgo a un activo institucionalizado. Desde la pura especulación en 2013 hasta la asignación en fondos indexados en 2024, este proceso ha transformado el panorama del mercado de capitales.
La próxima ola probablemente no será tan salvaje como 2017, sino más estructurada, con participantes más diversos y menor volatilidad, parcialmente suavizada por la influencia institucional. Pero esto no significa que las oportunidades desaparezcan: al contrario, un mercado más maduro ofrece mejores condiciones para inversores serios.
Lo clave es mantener la claridad, seguir aprendiendo y gestionar el riesgo con disciplina. Bitcoin no ha cambiado en sí mismo, sino que el mercado ha madurado. Para quienes estén preparados, la próxima fase alcista está a la vista.