#传统资产代币化 Ver que Ondo se expande en la cadena BNB a más de 100 tokens de acciones estadounidenses y ETF tokenizados, con un TVL que supera los 400 millones de dólares, me hizo recordar la ola de ICOs de 2017. En ese entonces, todos estábamos inmersos en el sueño de que "la cadena de bloques lo transformaría todo", pero la mayoría de los proyectos terminaron siendo monedas sin respaldo. Mirando hacia atrás ahora, la tokenización de activos tradicionales parece ir por un camino más sólido — porque cuenta con el respaldo de instituciones fiduciarias reales en EE. UU., un marco regulatorio de la SEC, y lo más importante, resuelve problemas reales: puedes comprar acciones de Tesla por solo 20 dólares, y operar 24/5 sin restricciones.

Esto me recuerda las dudas que tenía hace unos años sobre RWA (activos del mundo real). En ese entonces, el concepto estaba por todas partes, pero muy pocos lograron implementarlo. Desde septiembre hasta ahora, Ondo ha logrado ser la plataforma de valores tokenizados de mayor escala a nivel mundial, con un volumen de transacciones en cadena de 1.000 millones de dólares. Esto no es algo que se pueda sostener solo con especulación — detrás hay una demanda real y tangible.

¿En qué se diferencia? En los primeros días, buscábamos una revolución tecnológica; ahora, buscamos valor práctico. La tokenización de acciones estadounidenses no requiere que creas en una visión específica, simplemente es algo simple, barato y con liquidez global, transable las 24 horas. Quizás esa sea la verdadera oportunidad de la cadena de bloques para transformar las finanzas tradicionales. Al menos, esta vez no estamos viendo una burbuja, sino una innovación estructural en los mecanismos.