¿Alguna vez te has preguntado cómo funcionan realmente las stablecoins? Vamos a desglosarlo sin jerga.

Una stablecoin es básicamente una criptomoneda que mantiene su valor atado a alrededor de $1 ( o a veces a otras monedas fiduciarias). Piénsalo como un puente entre el dinero tradicional y el mundo cripto: obtienes la velocidad y eficiencia de la blockchain sin las oscilaciones de precio extremas que te lanzan Bitcoin o Ethereum.

Entonces, ¿qué mantiene estable el precio? Diferentes stablecoins usan distintas tácticas. Algunas están respaldadas por reservas reales—como dólares estadounidenses en una cuenta bancaria—garantizando que cada moneda en circulación tenga dinero real detrás. Otras dependen de contratos inteligentes y mecanismos algorítmicos para mantener la paridad, ajustando la oferta según la demanda.

¿Por qué esto importa? Las stablecoins permiten a los traders cubrirse contra la volatilidad, mover dinero entre exchanges al instante sin esperar a la banca tradicional, y asegurar ganancias sin convertir a fiat. También son el combustible que impulsa plataformas DeFi—protocolos de préstamo, pares de trading, y más.

Ya seas un trader diario, un inversor ocasional, o simplemente estés explorando Web3, las stablecoins son la mano firme que querrás en tu cartera.