Los contratos de futuros ya no son un concepto ajeno en el mercado financiero global, pero para los inversores vietnamitas, todavía es un campo bastante nuevo. Desde 2018, cuando la Bolsa de Valores de Vietnam permitió por primera vez la cotización de contratos de futuros del índice VN30, la cantidad de inversores que participan en esta herramienta sigue siendo limitada. La principal razón es la falta de comprensión sobre su mecanismo de funcionamiento y cómo aplicar los contratos de futuros en estrategias de inversión reales.
Origen y aplicaciones de los contratos de futuros
Los contratos de futuros tienen su origen en la necesidad práctica de los comerciantes: necesitan un mecanismo para protegerse de la volatilidad de los precios de las mercancías. Por ejemplo, las aerolíneas necesitan comprar combustible diariamente, mientras que el precio del petróleo fluctúa sin seguir un patrón definido. Para minimizar el riesgo de aumentos inesperados, firman contratos de futuros con el proveedor, asegurando un precio fijo de compra para el día siguiente.
Hoy en día, los contratos de futuros ya no se limitan a commodities como petróleo crudo o arroz. Todo tipo de activos — desde acciones, criptomonedas hasta oro — tienen contratos de futuros que se negocian en el mercado de derivados. Esto refleja una demanda creciente de gestión de riesgos por parte de inversores con volúmenes de operación elevados.
¿Cómo funciona? ¿Comprar en largo o vender en corto?
Al negociar contratos de futuros, el inversor tiene dos opciones básicas:
**Comprar (Long): ** Firmas un contrato para comprar el activo al vencimiento, prediciendo que el precio subirá.
**Vender en corto (Short): ** Firmas un contrato para vender el activo al vencimiento, prediciendo que el precio bajará.
Ejemplo ilustrativo: Supón que crees que el precio del Brent oil (UKOIL) subirá a finales de octubre. Abres una posición Long comprando 1000 Barriles a un precio acordado de $43/Barril. Si el 20/10, el precio real de UKOIL sube a $44, puedes cerrar la posición inmediatamente y obtener una ganancia de $1,000. Por otro lado, si abres una posición Short (vender en corto) a un precio $43 y el precio posteriormente baja a $42, tendrás que recomprar el contrato a un precio menor y obtener una ganancia de $1,000.
Características importantes de los contratos de futuros
Estandarización: Cada contrato de futuros está diseñado con parámetros claros: tipo de activo, volumen, precio de negociación y fecha de vencimiento predefinidos.
Cotización y garantía: Las bolsas de derivados supervisan todo el proceso, garantizando la legalidad y seguridad para ambas partes.
Margen y compensación diaria: Para asegurar el cumplimiento del contrato, el inversor debe depositar un margen de garantía. Las ganancias y pérdidas se liquidan diariamente según el precio de mercado. Si hay pérdidas excesivas, se requerirá que el inversor aporte más margen para mantener la posición.
Apalancamiento financiero: Este es un aspecto muy atractivo pero también peligroso. Solo necesitas pagar una pequeña parte del valor del contrato (margin) para poder operar con el volumen completo. Con un apalancamiento de 1:10, si el precio se mueve solo un 5% en contra, ya habrás perdido el 50% del capital inicial de margen.
Riesgos potenciales en la negociación
Riesgo por apalancamiento: Aunque el apalancamiento puede multiplicar las ganancias por 4-5 veces si la predicción es correcta, también amplifica las pérdidas de manera similar si la predicción es incorrecta.
Liquidación diaria: Si el precio del activo se mueve en contra de tu predicción en un solo día, registrarás pérdidas inmediatas. Si no tienes suficiente margen, tu posición será liquidada forzosamente.
Naturaleza especulativa: La negociación de contratos de futuros no genera valor real (como aumentar la producción o la oferta y demanda). La característica de “fácil entrada y salida” la convierte en una herramienta especulativa con movimientos de precios extremadamente rápidos, lo que puede llevar a pérdidas totales del capital.
CFD vs Contrato de futuros: ¿Cuál elegir?
El CFD (Contract for Difference) también es una herramienta derivada, pero con diferencias fundamentales:
En el lugar de negociación: Los CFD se negocian en el mercado OTC (no centralizado) a través de una firma de corretaje. Los contratos de futuros están listados en bolsas oficiales, con supervisión estricta.
En el plazo: Los CFD no tienen una fecha de vencimiento fija, puedes mantener la posición tanto tiempo como desees. Los contratos de futuros tienen una fecha de vencimiento definida, requiriendo que predigas correctamente la evolución del precio en un período determinado.
En el tamaño del capital: Los CFD son flexibles, desde volúmenes pequeños hasta grandes. Los contratos de futuros generalmente requieren un capital inicial mayor, ya que el tamaño estándar del contrato está diseñado para mercados comerciales de gran escala.
En las tarifas: Los CFD cobran tarifas por mantener la posición durante la noche y el spread entre compra y venta. Los contratos de futuros cobran comisiones y tarifas de gestión por parte de la bolsa.
Ventajas del CFD: Requieren menor capital, son adecuados para inversores experimentados que desean especular a corto plazo en múltiples activos. No están sujetos a fechas de vencimiento.
Ventajas del contrato de futuros: Son útiles para cobertura de riesgos reales para inversores que desean realizar transacciones comerciales de activos. Están respaldados por organismos oficiales, siendo más seguros.
Desventajas del CFD: Alto componente especulativo, con movimientos del 2-3% en contra que pueden eliminar la mitad del capital. Requiere monitoreo constante del mercado.
Desventajas del contrato de futuros: Tamaño grande del contrato, requiere mayor capital. Es necesario predecir correctamente el precio en un período limitado. Se deben pagar tarifas a intermediarios.
Conclusión
Los contratos de futuros son una herramienta de doble filo. Para grandes inversores con intención real de comprar y vender activos a gran escala, son una forma de fijar precios y reducir riesgos. Pero para inversores minoristas o solo con fines especulativos, los riesgos del apalancamiento y la liquidación diaria pueden eliminar todo el capital en pocos días.
El CFD es una opción más flexible para quienes desean comenzar con menor capital. Independientemente de la herramienta elegida, lo más importante es entender bien su mecanismo, gestionar los riesgos y nunca invertir más de lo que uno puede soportar.
Ver originales
Esta página puede contener contenido de terceros, que se proporciona únicamente con fines informativos (sin garantías ni declaraciones) y no debe considerarse como un respaldo por parte de Gate a las opiniones expresadas ni como asesoramiento financiero o profesional. Consulte el Descargo de responsabilidad para obtener más detalles.
Futuros: ¿Herramienta de inversión o trampa de riesgo?
Los contratos de futuros ya no son un concepto ajeno en el mercado financiero global, pero para los inversores vietnamitas, todavía es un campo bastante nuevo. Desde 2018, cuando la Bolsa de Valores de Vietnam permitió por primera vez la cotización de contratos de futuros del índice VN30, la cantidad de inversores que participan en esta herramienta sigue siendo limitada. La principal razón es la falta de comprensión sobre su mecanismo de funcionamiento y cómo aplicar los contratos de futuros en estrategias de inversión reales.
Origen y aplicaciones de los contratos de futuros
Los contratos de futuros tienen su origen en la necesidad práctica de los comerciantes: necesitan un mecanismo para protegerse de la volatilidad de los precios de las mercancías. Por ejemplo, las aerolíneas necesitan comprar combustible diariamente, mientras que el precio del petróleo fluctúa sin seguir un patrón definido. Para minimizar el riesgo de aumentos inesperados, firman contratos de futuros con el proveedor, asegurando un precio fijo de compra para el día siguiente.
Hoy en día, los contratos de futuros ya no se limitan a commodities como petróleo crudo o arroz. Todo tipo de activos — desde acciones, criptomonedas hasta oro — tienen contratos de futuros que se negocian en el mercado de derivados. Esto refleja una demanda creciente de gestión de riesgos por parte de inversores con volúmenes de operación elevados.
¿Cómo funciona? ¿Comprar en largo o vender en corto?
Al negociar contratos de futuros, el inversor tiene dos opciones básicas:
**Comprar (Long): ** Firmas un contrato para comprar el activo al vencimiento, prediciendo que el precio subirá.
**Vender en corto (Short): ** Firmas un contrato para vender el activo al vencimiento, prediciendo que el precio bajará.
Ejemplo ilustrativo: Supón que crees que el precio del Brent oil (UKOIL) subirá a finales de octubre. Abres una posición Long comprando 1000 Barriles a un precio acordado de $43/Barril. Si el 20/10, el precio real de UKOIL sube a $44, puedes cerrar la posición inmediatamente y obtener una ganancia de $1,000. Por otro lado, si abres una posición Short (vender en corto) a un precio $43 y el precio posteriormente baja a $42, tendrás que recomprar el contrato a un precio menor y obtener una ganancia de $1,000.
Características importantes de los contratos de futuros
Estandarización: Cada contrato de futuros está diseñado con parámetros claros: tipo de activo, volumen, precio de negociación y fecha de vencimiento predefinidos.
Cotización y garantía: Las bolsas de derivados supervisan todo el proceso, garantizando la legalidad y seguridad para ambas partes.
Margen y compensación diaria: Para asegurar el cumplimiento del contrato, el inversor debe depositar un margen de garantía. Las ganancias y pérdidas se liquidan diariamente según el precio de mercado. Si hay pérdidas excesivas, se requerirá que el inversor aporte más margen para mantener la posición.
Apalancamiento financiero: Este es un aspecto muy atractivo pero también peligroso. Solo necesitas pagar una pequeña parte del valor del contrato (margin) para poder operar con el volumen completo. Con un apalancamiento de 1:10, si el precio se mueve solo un 5% en contra, ya habrás perdido el 50% del capital inicial de margen.
Riesgos potenciales en la negociación
Riesgo por apalancamiento: Aunque el apalancamiento puede multiplicar las ganancias por 4-5 veces si la predicción es correcta, también amplifica las pérdidas de manera similar si la predicción es incorrecta.
Liquidación diaria: Si el precio del activo se mueve en contra de tu predicción en un solo día, registrarás pérdidas inmediatas. Si no tienes suficiente margen, tu posición será liquidada forzosamente.
Naturaleza especulativa: La negociación de contratos de futuros no genera valor real (como aumentar la producción o la oferta y demanda). La característica de “fácil entrada y salida” la convierte en una herramienta especulativa con movimientos de precios extremadamente rápidos, lo que puede llevar a pérdidas totales del capital.
CFD vs Contrato de futuros: ¿Cuál elegir?
El CFD (Contract for Difference) también es una herramienta derivada, pero con diferencias fundamentales:
En el lugar de negociación: Los CFD se negocian en el mercado OTC (no centralizado) a través de una firma de corretaje. Los contratos de futuros están listados en bolsas oficiales, con supervisión estricta.
En el plazo: Los CFD no tienen una fecha de vencimiento fija, puedes mantener la posición tanto tiempo como desees. Los contratos de futuros tienen una fecha de vencimiento definida, requiriendo que predigas correctamente la evolución del precio en un período determinado.
En el tamaño del capital: Los CFD son flexibles, desde volúmenes pequeños hasta grandes. Los contratos de futuros generalmente requieren un capital inicial mayor, ya que el tamaño estándar del contrato está diseñado para mercados comerciales de gran escala.
En las tarifas: Los CFD cobran tarifas por mantener la posición durante la noche y el spread entre compra y venta. Los contratos de futuros cobran comisiones y tarifas de gestión por parte de la bolsa.
Ventajas del CFD: Requieren menor capital, son adecuados para inversores experimentados que desean especular a corto plazo en múltiples activos. No están sujetos a fechas de vencimiento.
Ventajas del contrato de futuros: Son útiles para cobertura de riesgos reales para inversores que desean realizar transacciones comerciales de activos. Están respaldados por organismos oficiales, siendo más seguros.
Desventajas del CFD: Alto componente especulativo, con movimientos del 2-3% en contra que pueden eliminar la mitad del capital. Requiere monitoreo constante del mercado.
Desventajas del contrato de futuros: Tamaño grande del contrato, requiere mayor capital. Es necesario predecir correctamente el precio en un período limitado. Se deben pagar tarifas a intermediarios.
Conclusión
Los contratos de futuros son una herramienta de doble filo. Para grandes inversores con intención real de comprar y vender activos a gran escala, son una forma de fijar precios y reducir riesgos. Pero para inversores minoristas o solo con fines especulativos, los riesgos del apalancamiento y la liquidación diaria pueden eliminar todo el capital en pocos días.
El CFD es una opción más flexible para quienes desean comenzar con menor capital. Independientemente de la herramienta elegida, lo más importante es entender bien su mecanismo, gestionar los riesgos y nunca invertir más de lo que uno puede soportar.