La IA cada vez puede tomar decisiones de forma autónoma, pero en cuanto se trata de gestionar fondos, siempre hay un cuello de botella: siempre se necesita que una persona real apruebe, firme o revise. ¿En qué radica esta contradicción? En que los sistemas financieros tradicionales y la mayoría de las blockchains están diseñados, en esencia, en torno a usuarios humanos.

Imagina, ¿qué banco serio abriría una cuenta a un programa de software puro? En el mundo financiero tradicional, eso es prácticamente imposible. En el ámbito de las criptomonedas, es un poco más flexible, pero la mayoría de las transacciones aún requieren confirmación humana—como dar permisos elevados a un empleado, pero aún así, el jefe debe firmar personalmente los reembolsos, lo que hace que todo el proceso sea ineficiente.

Kite AI ha identificado este punto débil. Es, en esencia, una blockchain diseñada específicamente para agentes de IA, con un objetivo muy claro: permitir que los agentes inteligentes gestionen fondos como individuos independientes. Sin necesidad de aprobaciones manuales, firmas manuales o largos ciclos de liquidación. Soporta pagos y transferencias automáticas con stablecoins como USDC, PYUSD, entre otros, de forma completamente automatizada.

¿Y por qué es importante esto? La mayoría de las blockchains fueron creadas inicialmente para usuarios humanos, desde la interfaz de la wallet hasta las verificaciones de seguridad, todo gira en torno a las operaciones humanas. Pero la lógica de operación de los agentes de IA es completamente diferente—funcionan 24/7, toman decisiones a velocidad de máquina, y necesitan una infraestructura de pagos confiable e instantánea. Kite considera a la IA como un ciudadano de primera clase, no como un caso marginal. Esto no es un juego de especulación con criptomonedas, sino una vía de pagos confiable para la economía autónoma del futuro. Por ejemplo, los chatbots de atención al cliente podrán gestionar reembolsos directamente, y los asesores de IA podrán liquidar tarifas en tiempo real—todo esto todavía está en fase de conceptualización.