Queridos todos, últimamente he visto muchas actividades de preguntas navideñas, en las que si aciertas puedes ganar un premio de 10,000 dólares del pozo. Con solo 5 minutos de inversión de tiempo, al final solo te llevas 5 dólares. A simple vista, aprovechar algunas oportunidades parece mejor que no hacer nada, pero últimamente he estado pensando en una cuestión: ¿realmente estamos vendiendo muy barato nuestro tiempo y atención en el mundo de las criptomonedas?

Piensa en esto: esos 5 minutos por 5 dólares, si lo calculas en un año, incluso con una frecuencia alta, no es mucho. La cantidad total en tu cuenta sigue estancada o incluso puede estar disminuyendo. Esto me llevó a una reflexión más profunda: ¿no sería mejor cambiar nuestra forma de ver la inversión en criptomonedas?

Muchas personas tienen la costumbre de buscar oportunidades para aprovecharse, como minería, minería de liquidez, diversas actividades de incentivos. Pero todas tienen un punto en común: son consumibles. De un solo uso. Cuando se usan, ya no quedan.

En cambio, ¿qué pasaría si invirtieras ese tiempo en entender un sistema bien diseñado? Por ejemplo, aquellos protocolos en el ámbito DeFi que realmente generan flujo de efectivo. ¿Cuál es la diferencia? Los beneficios reales se generan, no se imprimen. Muchos proyectos presumen de tasas de rendimiento anual asombrosas, parecen atractivos, pero en esencia son juegos inflacionarios, donde el dinero nuevo entra para cubrir el que sale.

Y un buen protocolo DeFi es diferente. Genera beneficios reales a través de préstamos, intercambios y otros negocios genuinos, y luego distribuye esas ganancias a los participantes. No hay impresión de dinero de la nada, ni trucos de pedir prestado para pagar deudas viejas. El tiempo y el capital que inviertes, al final, te dan un ciclo de valor que puede mantenerse en el tiempo, no un token que se devalúa constantemente.

Esa es la verdadera estrategia de asignación de activos que realmente vale la pena.