Como la quinta moneda con mayor volumen de negociación a nivel mundial, el dólar australiano (AUD) atrae a numerosos inversores a corto y largo plazo gracias a sus ventajas de alta liquidez y bajos spreads. Pero si observas la tendencia del AUD en los últimos años, verás que esta antigua opción de alto rendimiento está atravesando una profunda corrección.
La transformación del AUD: de moneda de alto interés a moneda de materias primas debilitada
El dólar australiano es una moneda típica de materias primas. Debido a que la economía de Australia depende en gran medida de las exportaciones de mineral de hierro, carbón, cobre y otros recursos, cualquier fluctuación en los precios internacionales de las commodities impacta directamente en el rendimiento del AUD. Esto explica por qué en el pasado fue la favorita en operaciones de carry trade — no solo por sus atractivos diferenciales de interés, sino también por la fuerte demanda de commodities en períodos de auge.
Sin embargo, los datos de la última década cuentan una historia muy diferente. Partiendo de un máximo de 1.05 a principios de 2013, el AUD/USD se depreció más del 35%, mientras que en ese mismo período el índice del dólar estadounidense (DXY) subió un 28.35%. Comparado con otras monedas principales como el euro, yen japonés y dólar canadiense, que también se depreciaron frente al dólar, esto refleja un ciclo de fortaleza del dólar que ha superado todas las ventajas del AUD.
En el cuarto trimestre de 2024, la tendencia bajista del AUD se hizo aún más evidente. La caída anual alcanzó el 9.2%, y en 2025 llegó a tocar un mínimo de 0.5933, el nivel más bajo en cinco años. Los analistas coinciden en que las políticas arancelarias de EE. UU., la caída en las exportaciones de materias primas y la dificultad de revertir el diferencial de tasas entre EE. UU. y Australia han provocado una salida de capitales del país, reduciendo significativamente el atractivo de los activos en AUD.
La ventana de rebote en 2025: la lucha de tres fuerzas
A mediados de 2025, el AUD mostró signos de recuperación que merecen atención. En septiembre, impulsado por el aumento en los precios del mineral de hierro y del oro, así como por las expectativas de recortes en las tasas de la Reserva Federal, el AUD/USD alcanzó un máximo de 0.6636, el nivel más alto desde noviembre de 2024. Este repunte indica que el AUD no ha perdido por completo su atractivo; siempre que las condiciones cambien, aún existe una ventana de rebote.
Pero la continuidad de esta recuperación dependerá de tres variables clave:
Inflación en Australia y postura del banco central
En el tercer trimestre de 2025, el índice de precios al consumidor (IPC) en Australia subió un 1.3% intertrimestral, superando tanto el 0.7% del trimestre anterior como las expectativas del mercado. En consecuencia, el Reserve Bank of Australia (RBA) ha adoptado una postura cautelosa, reiterando que las presiones inflacionarias centrales no disminuirán tan rápidamente como se esperaba y que solo considerarán una política más flexible una vez que la inflación esté en una senda de descenso sostenible. Esta postura conservadora, en el corto plazo, respalda al AUD — en contraste con países que están recortando agresivamente tasas, Australia mantiene una postura más hawkish.
Resiliencia del dólar estadounidense
Aunque la Fed ha realizado un segundo recorte de tasas en 2025, las señales del presidente Powell no son tan dovish como el mercado esperaba. El índice del dólar (DXY) mostró una resistencia superior a lo esperado tras tocar fondo en verano, rebotando aproximadamente un 3%, y cada vez es más probable que supere la barrera psicológica de 100. Históricamente, cuando el dólar se fortalece, el AUD suele mostrar debilidad, mostrando una relación inversa.
Recuperación económica de China
La economía australiana depende en gran medida de las exportaciones de recursos, siendo China su principal comprador. La fortaleza o debilidad de la economía china afecta directamente la demanda de mineral de hierro, carbón, gas natural y otros recursos, siendo un factor central en la tendencia del AUD. Cuando China muestra signos de recuperación, la demanda y los precios de las commodities aumentan, fortaleciendo al AUD; en cambio, si el mercado inmobiliario chino sigue deprimido y el crecimiento económico se desacelera, el AUD pierde su principal soporte fundamental.
Divergencias en las previsiones de las instituciones sobre el futuro del AUD
Frente a múltiples incertidumbres, las principales instituciones de Wall Street muestran opiniones divididas.
Morgan Stanley es relativamente optimista, proyectando que el AUD/USD podría subir hasta 0.72 a finales de 2025, apoyándose en la postura hawkish del RBA y en la tendencia alcista de las commodities.
UBS, en cambio, es más conservador, señalando que aunque la economía australiana es resistente, la incertidumbre en el entorno del comercio global y los cambios en la política de la Fed limitarán el potencial alcista del AUD, manteniendo su objetivo en torno a 0.68 para fin de año.
El equipo de economistas del Commonwealth Bank de Australia presenta la previsión más cautelosa: consideran que el rebote del AUD podría ser solo temporal. Esperan que el AUD/USD alcance su máximo en marzo de 2026 y luego vuelva a caer, argumentando que, aunque el dólar pueda estar débil en 2025, la economía estadounidense crecerá más rápido que otras principales economías, lo que eventualmente fortalecerá al dólar.
Análisis de las principales cotizaciones del AUD
AUD/USD
El RBA mantuvo las tasas en 3.6% en noviembre, enviando señales de cautela. Actualmente, el AUD/USD oscila alrededor de 0.65, con una resistencia clave en 0.6450 y un soporte en 0.6373.
A corto plazo, si los datos económicos de EE. UU. son peores de lo esperado (lo que sugeriría un recorte de tasas más acelerado por parte de la Fed), el AUD podría superar los 0.6450 y probar el nivel psicológico de 0.6500. Por el contrario, si los datos estadounidenses son sólidos, el AUD podría caer por debajo de 0.6373 y probar los 0.6300. Se espera que en los próximos 1-3 meses, el rango de negociación sea entre 0.63 y 0.66.
AUD/CNY
El comercio bilateral entre Australia y China es crucial para esta cotización. Si las políticas comerciales de ambos países se estabilizan, favorecerán una subida del AUD frente al yuan. La tendencia del yuan está influenciada por las políticas del Banco Popular de China y las relaciones sino-estadounidenses, y su reciente estabilidad limita la apreciación del AUD. Se estima que en 1-3 meses, el rango será entre 4.6 y 4.75, aunque si el yuan se debilita por presiones internas, el AUD podría subir brevemente hasta 4.8.
AUD/MYR
Malasia también depende de las exportaciones de recursos, y el ringgit es sensible a los precios de las commodities. La economía australiana débil puede limitar la recuperación del AUD, mientras que si el banco central malasio endurece su política, el ringgit podría fortalecerse en contra del AUD. Se espera que el rango sea entre 3.0 y 3.15, y si los datos económicos australianos empeoran, podría probar niveles cercanos a 3.0.
Estrategias para inversores
Corto plazo (1-3 días)
Se recomienda operar en rangos. La resistencia en 0.6450 es clave; si se rompe, se puede abrir una posición larga con objetivos en 0.6464 (media móvil de 200 días) y 0.6500. Si cae por debajo de 0.6373, considerar posiciones cortas con objetivos en 0.6336 o 0.6300. Antes de la publicación de datos económicos importantes, reducir el tamaño de las posiciones para evitar volatilidad excesiva.
Mediano plazo (1-3 semanas)
Un escenario alcista requiere que se cumplan dos condiciones: expectativas de recortes de tasas por parte de la Fed (datos de empleo débiles, caída en la inflación) y una mejora en las relaciones comerciales. En ese caso, el AUD podría superar la media móvil de 200 días (0.6464) y buscar niveles entre 0.6550 y 0.6600. Un escenario bajista sería si la economía estadounidense muestra datos sólidos, el dólar se fortalece y los datos comerciales australianos son débiles.
Largo plazo
Si se mantiene una visión optimista del AUD a largo plazo, se puede construir una posición escalonada en niveles bajos actuales, aprovechando el tiempo para suavizar la volatilidad a corto plazo. Esto siempre que se confirme una tendencia alcista en el mediano plazo.
Indicadores clave y resumen
Los indicadores principales para seguir la tendencia del AUD incluyen los datos de IPC y PIB de Australia, el crecimiento económico de China, los precios de commodities (especialmente mineral de hierro y oro), las señales de cambio en la política de la Reserva Federal y la fortaleza del índice del dólar.
Actualmente, el AUD/USD se encuentra en una fase de consolidación técnica y en un escenario de lucha entre fundamentos. A corto plazo, la estrategia principal será operar en rangos (0.6370-0.6450), con una tendencia a seguir en función de las rupturas. La dirección a largo plazo dependerá de las señales de la Fed y de la evolución del riesgo en el comercio global. Si los datos de esta semana refuerzan las expectativas de recortes, se puede posicionar en compras; si no, hay que estar atento a la presión de fortalecimiento del dólar. Los traders deben seguir de cerca las noticias y ajustar sus estrategias en consecuencia para gestionar el riesgo adecuadamente.
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Dólares australianos en la encrucijada: por qué aumenta la volatilidad y cómo evaluar las perspectivas de inversión
Como la quinta moneda con mayor volumen de negociación a nivel mundial, el dólar australiano (AUD) atrae a numerosos inversores a corto y largo plazo gracias a sus ventajas de alta liquidez y bajos spreads. Pero si observas la tendencia del AUD en los últimos años, verás que esta antigua opción de alto rendimiento está atravesando una profunda corrección.
La transformación del AUD: de moneda de alto interés a moneda de materias primas debilitada
El dólar australiano es una moneda típica de materias primas. Debido a que la economía de Australia depende en gran medida de las exportaciones de mineral de hierro, carbón, cobre y otros recursos, cualquier fluctuación en los precios internacionales de las commodities impacta directamente en el rendimiento del AUD. Esto explica por qué en el pasado fue la favorita en operaciones de carry trade — no solo por sus atractivos diferenciales de interés, sino también por la fuerte demanda de commodities en períodos de auge.
Sin embargo, los datos de la última década cuentan una historia muy diferente. Partiendo de un máximo de 1.05 a principios de 2013, el AUD/USD se depreció más del 35%, mientras que en ese mismo período el índice del dólar estadounidense (DXY) subió un 28.35%. Comparado con otras monedas principales como el euro, yen japonés y dólar canadiense, que también se depreciaron frente al dólar, esto refleja un ciclo de fortaleza del dólar que ha superado todas las ventajas del AUD.
En el cuarto trimestre de 2024, la tendencia bajista del AUD se hizo aún más evidente. La caída anual alcanzó el 9.2%, y en 2025 llegó a tocar un mínimo de 0.5933, el nivel más bajo en cinco años. Los analistas coinciden en que las políticas arancelarias de EE. UU., la caída en las exportaciones de materias primas y la dificultad de revertir el diferencial de tasas entre EE. UU. y Australia han provocado una salida de capitales del país, reduciendo significativamente el atractivo de los activos en AUD.
La ventana de rebote en 2025: la lucha de tres fuerzas
A mediados de 2025, el AUD mostró signos de recuperación que merecen atención. En septiembre, impulsado por el aumento en los precios del mineral de hierro y del oro, así como por las expectativas de recortes en las tasas de la Reserva Federal, el AUD/USD alcanzó un máximo de 0.6636, el nivel más alto desde noviembre de 2024. Este repunte indica que el AUD no ha perdido por completo su atractivo; siempre que las condiciones cambien, aún existe una ventana de rebote.
Pero la continuidad de esta recuperación dependerá de tres variables clave:
Inflación en Australia y postura del banco central
En el tercer trimestre de 2025, el índice de precios al consumidor (IPC) en Australia subió un 1.3% intertrimestral, superando tanto el 0.7% del trimestre anterior como las expectativas del mercado. En consecuencia, el Reserve Bank of Australia (RBA) ha adoptado una postura cautelosa, reiterando que las presiones inflacionarias centrales no disminuirán tan rápidamente como se esperaba y que solo considerarán una política más flexible una vez que la inflación esté en una senda de descenso sostenible. Esta postura conservadora, en el corto plazo, respalda al AUD — en contraste con países que están recortando agresivamente tasas, Australia mantiene una postura más hawkish.
Resiliencia del dólar estadounidense
Aunque la Fed ha realizado un segundo recorte de tasas en 2025, las señales del presidente Powell no son tan dovish como el mercado esperaba. El índice del dólar (DXY) mostró una resistencia superior a lo esperado tras tocar fondo en verano, rebotando aproximadamente un 3%, y cada vez es más probable que supere la barrera psicológica de 100. Históricamente, cuando el dólar se fortalece, el AUD suele mostrar debilidad, mostrando una relación inversa.
Recuperación económica de China
La economía australiana depende en gran medida de las exportaciones de recursos, siendo China su principal comprador. La fortaleza o debilidad de la economía china afecta directamente la demanda de mineral de hierro, carbón, gas natural y otros recursos, siendo un factor central en la tendencia del AUD. Cuando China muestra signos de recuperación, la demanda y los precios de las commodities aumentan, fortaleciendo al AUD; en cambio, si el mercado inmobiliario chino sigue deprimido y el crecimiento económico se desacelera, el AUD pierde su principal soporte fundamental.
Divergencias en las previsiones de las instituciones sobre el futuro del AUD
Frente a múltiples incertidumbres, las principales instituciones de Wall Street muestran opiniones divididas.
Morgan Stanley es relativamente optimista, proyectando que el AUD/USD podría subir hasta 0.72 a finales de 2025, apoyándose en la postura hawkish del RBA y en la tendencia alcista de las commodities.
UBS, en cambio, es más conservador, señalando que aunque la economía australiana es resistente, la incertidumbre en el entorno del comercio global y los cambios en la política de la Fed limitarán el potencial alcista del AUD, manteniendo su objetivo en torno a 0.68 para fin de año.
El equipo de economistas del Commonwealth Bank de Australia presenta la previsión más cautelosa: consideran que el rebote del AUD podría ser solo temporal. Esperan que el AUD/USD alcance su máximo en marzo de 2026 y luego vuelva a caer, argumentando que, aunque el dólar pueda estar débil en 2025, la economía estadounidense crecerá más rápido que otras principales economías, lo que eventualmente fortalecerá al dólar.
Análisis de las principales cotizaciones del AUD
AUD/USD
El RBA mantuvo las tasas en 3.6% en noviembre, enviando señales de cautela. Actualmente, el AUD/USD oscila alrededor de 0.65, con una resistencia clave en 0.6450 y un soporte en 0.6373.
A corto plazo, si los datos económicos de EE. UU. son peores de lo esperado (lo que sugeriría un recorte de tasas más acelerado por parte de la Fed), el AUD podría superar los 0.6450 y probar el nivel psicológico de 0.6500. Por el contrario, si los datos estadounidenses son sólidos, el AUD podría caer por debajo de 0.6373 y probar los 0.6300. Se espera que en los próximos 1-3 meses, el rango de negociación sea entre 0.63 y 0.66.
AUD/CNY
El comercio bilateral entre Australia y China es crucial para esta cotización. Si las políticas comerciales de ambos países se estabilizan, favorecerán una subida del AUD frente al yuan. La tendencia del yuan está influenciada por las políticas del Banco Popular de China y las relaciones sino-estadounidenses, y su reciente estabilidad limita la apreciación del AUD. Se estima que en 1-3 meses, el rango será entre 4.6 y 4.75, aunque si el yuan se debilita por presiones internas, el AUD podría subir brevemente hasta 4.8.
AUD/MYR
Malasia también depende de las exportaciones de recursos, y el ringgit es sensible a los precios de las commodities. La economía australiana débil puede limitar la recuperación del AUD, mientras que si el banco central malasio endurece su política, el ringgit podría fortalecerse en contra del AUD. Se espera que el rango sea entre 3.0 y 3.15, y si los datos económicos australianos empeoran, podría probar niveles cercanos a 3.0.
Estrategias para inversores
Corto plazo (1-3 días)
Se recomienda operar en rangos. La resistencia en 0.6450 es clave; si se rompe, se puede abrir una posición larga con objetivos en 0.6464 (media móvil de 200 días) y 0.6500. Si cae por debajo de 0.6373, considerar posiciones cortas con objetivos en 0.6336 o 0.6300. Antes de la publicación de datos económicos importantes, reducir el tamaño de las posiciones para evitar volatilidad excesiva.
Mediano plazo (1-3 semanas)
Un escenario alcista requiere que se cumplan dos condiciones: expectativas de recortes de tasas por parte de la Fed (datos de empleo débiles, caída en la inflación) y una mejora en las relaciones comerciales. En ese caso, el AUD podría superar la media móvil de 200 días (0.6464) y buscar niveles entre 0.6550 y 0.6600. Un escenario bajista sería si la economía estadounidense muestra datos sólidos, el dólar se fortalece y los datos comerciales australianos son débiles.
Largo plazo
Si se mantiene una visión optimista del AUD a largo plazo, se puede construir una posición escalonada en niveles bajos actuales, aprovechando el tiempo para suavizar la volatilidad a corto plazo. Esto siempre que se confirme una tendencia alcista en el mediano plazo.
Indicadores clave y resumen
Los indicadores principales para seguir la tendencia del AUD incluyen los datos de IPC y PIB de Australia, el crecimiento económico de China, los precios de commodities (especialmente mineral de hierro y oro), las señales de cambio en la política de la Reserva Federal y la fortaleza del índice del dólar.
Actualmente, el AUD/USD se encuentra en una fase de consolidación técnica y en un escenario de lucha entre fundamentos. A corto plazo, la estrategia principal será operar en rangos (0.6370-0.6450), con una tendencia a seguir en función de las rupturas. La dirección a largo plazo dependerá de las señales de la Fed y de la evolución del riesgo en el comercio global. Si los datos de esta semana refuerzan las expectativas de recortes, se puede posicionar en compras; si no, hay que estar atento a la presión de fortalecimiento del dólar. Los traders deben seguir de cerca las noticias y ajustar sus estrategias en consecuencia para gestionar el riesgo adecuadamente.