La gobernanza ecológica de UNI llega a un momento crucial. La votación del 25 de diciembre decidirá si se aprueban dos propuestas importantes: la quema de 100 millones de UNI de una sola vez y la activación del mecanismo de captura de tarifas.

Desde un punto de vista fundamental, estos dos movimientos apuntan en la misma dirección: evolucionar de un token de gobernanza puro a un activo con atributos de ingresos reales. La quema reduce directamente la oferta en circulación, creando expectativas deflacionarias; la captura de tarifas permite que los ingresos del protocolo se respalden de forma continua mediante recompras y quema.

Lo interesante es que, en las 24 horas posteriores al anuncio de la votación, el precio mostró un rendimiento débil. Esta situación no es infrecuente en la historia de la gobernanza en cadena: en las primeras etapas de la publicación de buenas noticias, los minoristas aún no reaccionan, y las instituciones pueden estar haciendo movimientos en silencio. La limpieza de posiciones y la acumulación a menudo son difíciles de distinguir.

La competencia en el sector de DEX sigue siendo intensa, pero un DEX líder en volumen de operaciones y profundidad ecológica aún mantiene la ventaja. La narrativa de la actualización a la versión V4 todavía tiene espacio para ser liberada. El nivel de 6 dólares, ¿es realmente el fondo de la fase o un nuevo punto de partida? Depende del ritmo con el que el mercado asimile esta transformación.

Por supuesto, cualquier proyecto en cadena conlleva riesgos. Es difícil predecir la tendencia del mercado, por lo que las decisiones deben basarse en una investigación y juicio propios.