El nuevo secretario del Tesoro de Estados Unidos ha puesto en marcha un paquete de medidas. Este plan "3-3-3" parece simple y directo: en tres años, reducir la deuda pública al 3% del PIB, impulsar el crecimiento económico anual al 3%, y además aumentar en 3 millones de barriles la capacidad de producción de petróleo cada día. La lógica detrás de esto es clara: el Departamento del Tesoro busca tomar el control de las políticas económicas que actualmente tiene la Reserva Federal, manejando directamente las tasas de interés y la regulación.

El mercado de criptomonedas reaccionó con mucha intensidad a esta noticia. Bitcoin subió un 12% en un solo día, y diversas altcoins también se apreciaron. Parece que todos están apostando a una expectativa: que el nuevo gobierno reducirá las tasas de interés y relajará las regulaciones sobre las criptomonedas. Además, con el lanzamiento del plan de "equipo nacional" para las stablecoins, el tamaño de los fondos relacionados con Bitcoin ha superado los 120 mil millones de dólares, con fondos institucionales entrando de manera constante.

Pero también existen riesgos ocultos. Cuando el Departamento del Tesoro controle la regulación, las políticas podrán ser más flexibles, pero también más difíciles de predecir. A corto plazo, es posible que veamos beneficios políticos, pero a largo plazo, las agencias reguladoras podrían cambiar de postura en cualquier momento. La prosperidad actual del mercado de criptomonedas puede ser solo un destello en la ventana de oportunidad política, o el comienzo de una nueva era — todo depende de cómo interpretes estas señales.

Lo que más pone a prueba no es el mercado en sí, sino si puedes entender con precisión la intención de las políticas. Después de todo, en este mercado, la diferencia de información suele ser la diferencia en las ganancias.