Ayer, la caída del mercado tomó a muchos por sorpresa. Bitcoin cayó por debajo de los 100,000 dólares, el NASDAQ también sufrió una fuerte caída, e incluso el refugio seguro del oro no pudo evitarlo, con una caída cercana al 1%. Esta caída no fue causada por un evento inesperado que generara pánico, sino por una declaración de un funcionario de la Reserva Federal que rompió directamente la ilusión del mercado sobre una política de relajación monetaria.

El motivo es simple: ayer, Kashkari de la Reserva Federal de Minneapolis afirmó que la reducción de tasas en diciembre "no es segura". Con esa sola frase, el mercado explotó inmediatamente. Hay que recordar que, en la actualidad, el mercado de valores estadounidense y el mercado de criptomonedas sobreviven casi en función de las expectativas de recortes de tasas. Como una persona sedienta en el desierto que mira hacia una fuente lejana, el mercado ya considera la reducción de tasas en diciembre como un salvavidas.

Los datos también lo confirman. Según la herramienta FedWatch del CME Group, la semana pasada, el 70% de los participantes en Wall Street pensaba que habría una reducción de 25 puntos base en diciembre, pero tras las declaraciones de Kashkari, esa probabilidad se redujo a 47%. Es decir, lo que antes era una "alta probabilidad de recorte" ahora se ha convertido en un escenario de "todo puede pasar", con una probabilidad del 50/50.

Lo que complica aún más la situación es que el gobierno de EE. UU. acaba de finalizar un cierre de 43 días, pero eso es solo una solución temporal, ya que el dinero solo alcanza hasta el 30 de enero del próximo año. Además, hay 9 proyectos de ley de asignaciones que aún no se han acordado; si en dos meses no se llega a un acuerdo, el cierre podría volver a ocurrir. Por un lado, las expectativas de recorte de tasas se están enfriando; por otro, las finanzas del gobierno siguen ajustando cuentas, y la confianza del mercado naturalmente se verá afectada.

Honestamente, este tipo de volatilidad no es rara en el mercado de criptomonedas.