Cuando los CryptoPunks se están negociando a $100k por unidad, uno no puede evitar preguntarse si estamos presenciando una de las mayores burbujas de valoración en los activos digitales. Piénsalo: ¿qué utilidad tangible o flujo de ingresos justifica un precio de seis cifras por un avatar pixelado?

Claro, tienen un significado histórico como NFTs pioneros. Y sí, el reconocimiento de la marca es innegable. Pero si eliminamos el ciclo de hype y el sentimiento de la comunidad, lo que queda es un JPEG que no genera rendimiento, no desbloquea acceso exclusivo a nada sustancial, ni siquiera promete desarrollos futuros.

Compáralo con activos productivos o incluso con otras criptomonedas que se pueden hacer staking, generar ingresos o participar en la seguridad de la red. A los precios actuales, los CryptoPunks podrían ser el ejemplo perfecto de exuberancia irracional en el espacio de los NFT. El argumento de la escasez solo se sostiene si la demanda permanece—y ya hemos visto lo rápido que puede cambiar el sentimiento en este mercado.