La rentabilidad de los bonos japoneses a 30 años inició su tendencia alcista en 2020, pero en aquel momento a nadie le importaba: al fin y al cabo, la base era cercana a cero y el mundo seguía disfrutando de la euforia de la expansión monetaria. ¿Subir del 0% al 2,6%? No dolía en absoluto, y tanto la bolsa como el mercado cripto siguieron subiendo.

Pero ahora la situación ha cambiado.

No solo se ha acelerado el ritmo de subida, sino que la rentabilidad ha alcanzado por fin un nivel capaz de "competir" con los activos de riesgo. El Banco de Japón empieza a tener dificultades para controlar la situación, y en cuanto las grandes instituciones descubran que los bonos nacionales ofrecen una mejor relación calidad-precio, no dudarán en repatriar los fondos del extranjero. ¿Cómo lo hacen? Vendiendo directamente bonos estadounidenses y acciones estadounidenses, lo que provoca un endurecimiento inmediato de la liquidez global.

¿Qué significa esto para BTC?

A corto plazo, el sentimiento de aversión al riesgo provocará una oleada de ventas, y el bitcoin tampoco podrá evitarlo. Pero a medio plazo, si la rentabilidad sigue presionando el mercado y obliga a los bancos centrales a volver a inyectar liquidez, el bitcoin, como activo duro, podría volver a convertirse en refugio para el capital. Su guion suele ser: "primero recibe golpes, después se lleva la victoria".

En resumen: durante la fase alcista, que suba la rentabilidad de los bonos japoneses no importa, porque la base es muy baja. Ahora, por fin, "han subido lo suficiente como para hacer daño", drenando liquidez y presionando los activos de riesgo. Antes de que BTC se beneficie realmente, el mercado pasará por un periodo de ruido.

Esto coincide con mi previsión: es muy probable que el verdadero nuevo mercado alcista no vuelva a arrancar hasta después del tercer trimestre de 2026.