A finales del mes pasado, ocurrió algo inquietante sobre Francia. Drones no identificados sobrevolaron una instalación de inteligencia militar, no una, sino tres veces distintas. Las autoridades francesas lo confirmaron este martes y, sinceramente, es otra grieta en la confianza del espacio aéreo europeo.

Piénsalo. Si ni siquiera los emplazamientos militares pueden mantener alejados a drones misteriosos, ¿qué dice eso sobre la infraestructura de seguridad en general? En tiempos en los que la tensión geopolítica ya mantiene a los mercados en vilo, incidentes como este no solo llaman la atención, sino que también cambian el sentimiento. Los traders que estén atentos a eventos cisne negro deberían seguir de cerca cómo gestiona Europa estas brechas. Las incertidumbres en materia de seguridad suelen provocar movimientos de aversión al riesgo en todos los activos.