En el software de cotizaciones, esas barras verdes se alargan sin parar, y el índice de miedo y avaricia se desploma hasta 22, el punto más bajo desde principios de año, a un paso de la “angustia extrema”. Muchos frente a la pantalla seguramente están con dudas.
Pero, dicho sea de paso, lo más interesante del mercado es precisamente esto: cuanto mayor es el pánico, más fácil surgen las oportunidades. Llevo siguiendo este índice desde hace tiempo; si repaso mis registros... el cisne negro de 2020, la caída brusca de 2021, la fase de consolidación y fondo en 2023... Cada vez que el índice tocó los 20, la recuperación llegó antes de lo esperado.
Ahora todo parece un panorama sombrío, pero en el medio-largo plazo los cimientos están sólidos: la Reserva Federal ya ha dejado claro que entrará en un ciclo de bajada de tipos, y cuando la liquidez se relaja, los activos de riesgo encuentran oxígeno; las shitcoins que antes se inflaron ya han explotado, los proyectos basura han sido casi eliminados, y el capital empieza a concentrarse en los proyectos fiables; la legislación sobre stablecoins avanza, los ETF de criptomonedas principales se lanzan, el marco regulatorio se perfecciona poco a poco... Todo esto no son modas pasajeras, son avances reales que allanan el camino para la industria.
La indecisión actual del mercado, en el fondo, se debe a la inquietud provocada por factores externos como la situación bélica o las tensiones comerciales. Es como una niebla que momentáneamente tapa el camino, pero tarde o temprano se disipará. Cuando el ruido disminuya, el mercado retomará la senda que le corresponde.
Si ampliamos la perspectiva temporal, el comportamiento de este año es increíblemente parecido al de 2021: en la primera mitad del año predominó la avaricia, luego una caída brusca llevó al miedo, tras la recuperación vino otra corrección y, después, se desató el mercado alcista. La única diferencia este año es que la avaricia explotó antes por ciertos acontecimientos, y, casualmente, este episodio de pánico también ocurre en fechas similares.
¿Casualidad? No lo creo: es el ciclo emocional del mercado repitiéndose. Cuando el pánico se disipe, los valores a largo plazo que han sido reprimidos por la emoción tarde o temprano devolverán al mercado a la senda del crecimiento.
En el mundo cripto esto no va de suerte: si encuentras el ritmo y te orientas bien, hasta en el panorama más caótico se puede encontrar el sentido.
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GasGuru
· hace2h
La mejor oportunidad de comprar es ahora
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SatoshiSherpa
· 12-08 16:51
Cuanto antes compres, antes te harás rico
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rug_connoisseur
· 12-08 16:50
Esta ronda también hay que ir all-in.
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DuckFluff
· 12-08 16:50
Mantente firme, no te preocupes, espera un poco más.
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WalletDoomsDay
· 12-08 16:43
Mira el espectáculo con calma y acumula criptomonedas primero.
En el software de cotizaciones, esas barras verdes se alargan sin parar, y el índice de miedo y avaricia se desploma hasta 22, el punto más bajo desde principios de año, a un paso de la “angustia extrema”. Muchos frente a la pantalla seguramente están con dudas.
Pero, dicho sea de paso, lo más interesante del mercado es precisamente esto: cuanto mayor es el pánico, más fácil surgen las oportunidades. Llevo siguiendo este índice desde hace tiempo; si repaso mis registros... el cisne negro de 2020, la caída brusca de 2021, la fase de consolidación y fondo en 2023... Cada vez que el índice tocó los 20, la recuperación llegó antes de lo esperado.
Ahora todo parece un panorama sombrío, pero en el medio-largo plazo los cimientos están sólidos: la Reserva Federal ya ha dejado claro que entrará en un ciclo de bajada de tipos, y cuando la liquidez se relaja, los activos de riesgo encuentran oxígeno; las shitcoins que antes se inflaron ya han explotado, los proyectos basura han sido casi eliminados, y el capital empieza a concentrarse en los proyectos fiables; la legislación sobre stablecoins avanza, los ETF de criptomonedas principales se lanzan, el marco regulatorio se perfecciona poco a poco... Todo esto no son modas pasajeras, son avances reales que allanan el camino para la industria.
La indecisión actual del mercado, en el fondo, se debe a la inquietud provocada por factores externos como la situación bélica o las tensiones comerciales. Es como una niebla que momentáneamente tapa el camino, pero tarde o temprano se disipará. Cuando el ruido disminuya, el mercado retomará la senda que le corresponde.
Si ampliamos la perspectiva temporal, el comportamiento de este año es increíblemente parecido al de 2021: en la primera mitad del año predominó la avaricia, luego una caída brusca llevó al miedo, tras la recuperación vino otra corrección y, después, se desató el mercado alcista. La única diferencia este año es que la avaricia explotó antes por ciertos acontecimientos, y, casualmente, este episodio de pánico también ocurre en fechas similares.
¿Casualidad? No lo creo: es el ciclo emocional del mercado repitiéndose. Cuando el pánico se disipe, los valores a largo plazo que han sido reprimidos por la emoción tarde o temprano devolverán al mercado a la senda del crecimiento.
En el mundo cripto esto no va de suerte: si encuentras el ritmo y te orientas bien, hasta en el panorama más caótico se puede encontrar el sentido.