La ventana para un recorte de tipos por parte de la Reserva Federal está a punto de abrirse, pero el verdadero punto de inflexión podría no residir en el propio recorte de tipos: esta vez, la clave podría estar oculta en la lógica de gestión del balance.
El mercado da prácticamente por hecho que esta semana llegará una nueva ronda de recortes de tipos. Sin embargo, Michael Kelly, director de multiactivos de PineBridge, lo expresa con claridad: "Las características restrictivas de los tipos son evidentes, pero el impacto real puede que no sea tan grande como se imagina". Detrás del repunte de casi el 17% del mercado bursátil estadounidense en lo que va de año, el motor principal ha sido más la política de balance estimulando el consumo de los patrimonios elevados, y no meramente la bajada de los tipos de interés.
La realidad es dura. Los altos tipos de interés están presionando por un lado el espacio de supervivencia de las pequeñas empresas y los grupos de bajos ingresos, mientras que por otro lado hacen que las facturas de tarjetas de crédito de los asalariados de altos ingresos sean mucho más llevaderas. La brecha en forma de K ya es evidente: los datos de tarjetas de crédito lo reflejan claramente, con la parte alta sosteniendo el consumo y la baja luchando en el lodazal de la deuda.
Aún más relevante es que, mientras crecen las voces a favor de un recorte de tipos, la rentabilidad del bono estadounidense a 10 años ha subido hasta el 4,14%, y el coste de endeudamiento sigue siendo elevado. El foco real del mercado se ha desplazado hacia una cuestión más fundamental: ¿reanudará la Reserva Federal las compras de activos?
La previsión de Bank of America es que a partir de enero podría arrancar una compra mensual de activos por valor de 45.000 millones de dólares para complementar las reservas; la visión de Vanguard es algo más moderada, y prevé compras mensuales de entre 15.000 y 20.000 millones de dólares como operación ordinaria, aunque el significado de la señal que envía no debe subestimarse.
Kelly prevé que esta semana se producirá una bajada de 25 puntos básicos, y los tipos se acercan ya al denominado nivel neutral. Pero aquí aparece la contradicción: la Fed planea "inyectar liquidez" mediante compras de activos para expandir su balance, mientras avanza con cautela en los recortes de tipos. ¿Se trata de una decisión prudente, o sugiere que se está gestando una incertidumbre más profunda?
El espectáculo de la reconfiguración de la liquidez no ha hecho más que empezar, y las variables irán saliendo a la luz progresivamente. Para $ETH y otros criptoactivos, cada ajuste en la política macroeconómica puede reescribir el ritmo del mercado.
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GasFeeSurvivor
· 12-08 16:30
En pocas palabras, lo que se está especulando es la expectativa de inyección de liquidez; la bajada de tipos en realidad no sirve de mucho. Lo importante de verdad es la compra de bonos. ¿Esta vez realmente va a despegar?
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WagmiWarrior
· 12-08 16:21
En pocas palabras, vuelve la expectativa de liquidez, pero esta vez es un poco contradictoria... Ya han bajado los tipos de interés y aún así quieren hacer compras de bonos, ¿de verdad creen que el mercado es tonto?
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OffchainWinner
· 12-08 16:11
En pocas palabras, vuelve la expectativa de flexibilización monetaria, pero aunque haya un gran flujo de liquidez, nosotros, los pequeños inversores, no veremos nada; solo veremos cómo los ricos estimulan el consumo... Qué risa.
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La ventana para un recorte de tipos por parte de la Reserva Federal está a punto de abrirse, pero el verdadero punto de inflexión podría no residir en el propio recorte de tipos: esta vez, la clave podría estar oculta en la lógica de gestión del balance.
El mercado da prácticamente por hecho que esta semana llegará una nueva ronda de recortes de tipos. Sin embargo, Michael Kelly, director de multiactivos de PineBridge, lo expresa con claridad: "Las características restrictivas de los tipos son evidentes, pero el impacto real puede que no sea tan grande como se imagina". Detrás del repunte de casi el 17% del mercado bursátil estadounidense en lo que va de año, el motor principal ha sido más la política de balance estimulando el consumo de los patrimonios elevados, y no meramente la bajada de los tipos de interés.
La realidad es dura. Los altos tipos de interés están presionando por un lado el espacio de supervivencia de las pequeñas empresas y los grupos de bajos ingresos, mientras que por otro lado hacen que las facturas de tarjetas de crédito de los asalariados de altos ingresos sean mucho más llevaderas. La brecha en forma de K ya es evidente: los datos de tarjetas de crédito lo reflejan claramente, con la parte alta sosteniendo el consumo y la baja luchando en el lodazal de la deuda.
Aún más relevante es que, mientras crecen las voces a favor de un recorte de tipos, la rentabilidad del bono estadounidense a 10 años ha subido hasta el 4,14%, y el coste de endeudamiento sigue siendo elevado. El foco real del mercado se ha desplazado hacia una cuestión más fundamental: ¿reanudará la Reserva Federal las compras de activos?
La previsión de Bank of America es que a partir de enero podría arrancar una compra mensual de activos por valor de 45.000 millones de dólares para complementar las reservas; la visión de Vanguard es algo más moderada, y prevé compras mensuales de entre 15.000 y 20.000 millones de dólares como operación ordinaria, aunque el significado de la señal que envía no debe subestimarse.
Kelly prevé que esta semana se producirá una bajada de 25 puntos básicos, y los tipos se acercan ya al denominado nivel neutral. Pero aquí aparece la contradicción: la Fed planea "inyectar liquidez" mediante compras de activos para expandir su balance, mientras avanza con cautela en los recortes de tipos. ¿Se trata de una decisión prudente, o sugiere que se está gestando una incertidumbre más profunda?
El espectáculo de la reconfiguración de la liquidez no ha hecho más que empezar, y las variables irán saliendo a la luz progresivamente. Para $ETH y otros criptoactivos, cada ajuste en la política macroeconómica puede reescribir el ritmo del mercado.