Estos días el grupo está que arde, todos investigando la reunión de la Reserva Federal. Que si la votación no fue unánime, que si Powell dejó todo en suspense con su discurso, que si al final bajarán los tipos de interés o no… Yo, que ya estoy jubilado, escucho todo esto y me suena a chino. Pero una cosa sí que la tengo clara: en días importantes como estos, cualquier noticia, aunque sea un poco distinta de lo esperado, hace que las acciones y el precio de las criptomonedas suban y bajen como locos durante horas.

Por eso yo siempre me he guiado por unas cuantas reglas sencillas. Solo dejo a mano algo de dinero de bolsillo para comprar BTC y ETH y entretenerme, como para darme un capricho; ¿esos contratos de futuros con apalancamiento de diez o veinte veces? Ni los toco, y mucho menos me meto en locuras como pedir dinero prestado para invertirlo todo. Cada vez que hay una reunión de la Reserva Federal o se publica alguna noticia importante, yo prefiero sentarme a un lado, tomarme un té y ver el espectáculo; ya me moveré cuando el mercado se calme y la emoción pase.

El dinero para la jubilación hay que tenerlo bien agarrado: es mucho mejor observar que dejarse llevar por la impulsividad.