Después de que el mercado se tiñera de rojo, se ha producido un cambio interesante en el flujo de capital: grandes volúmenes han salido de las criptomonedas tradicionales y consolidadas hacia nuevos proyectos que aún luchan por sobrevivir en la blockchain.

Empecemos por el sector de los derivados. ASTER es el ejemplo típico: una narrativa clara pero con una lucha evidente entre alcistas y bajistas, y con velas que suben y bajan bruscamente. Este tipo de activos requieren estar atentos todo el tiempo, no todo el mundo puede soportarlo.

La narrativa de la computación privada FHE está bien contada y la base tecnológica es sólida, pero siendo honestos, aún está en una fase muy temprana. Lo más sensato es mantener una posición pequeña y observar durante unos meses.

Los memes son otra historia. Proyectos como PIPPIN pueden experimentar una volatilidad asombrosa y el mercado es extremadamente poco profundo. No esperes ganar mucho dinero; si quieres probar suerte, solo con una cantidad mínima.

En cuanto a los tokens de ecosistema, aquí importa aún más: el precio está directamente ligado al progreso del proyecto. Meterse sin entender a fondo el trasfondo del proyecto es apostar a ciegas.

Las criptomonedas veteranas como ZEC están afectadas por políticas medioambientales, actualizaciones del ecosistema y otros factores, y ahora mismo muestran una energía bastante floja, pasando la mayor parte del tiempo lateralizando. Los principales memes como PEPE aún tienen liquidez, pero esperar grandes subidas independientes es difícil.

Si realmente quieres operar con este tipo de activos tan volátiles, la primera regla es controlar tu exposición total. Como estrategia, puedes diversificar tu capital entre varios sectores con lógica clara (innovación tecnológica, derivados, etc.) y fijar siempre un stop loss para cada operación.

La verdad es que, hoy en día, el problema de muchos no es la falta de oportunidades, sino la falta de paciencia. Esperar a que las señales del mercado sean más claras suele ser la forma más segura de ganar dinero para la mayoría. Por mala que sea la situación, el mercado no se va a ir, y mantener la disciplina suele ser más valioso que perseguir beneficios.