En este negocio, los que siguen las reglas comen carne, los que van de listos acaban pasando hambre.

El mes pasado me encontré con un colega que, con 1200 pavos en el bolsillo, quería hacerse rico en este mercado. ¿Adivinas qué pasó? La cuenta llegó a subir hasta 21.000, pero al poco tiempo volvió a estrellarse de bruces.

La primera vez que le vi, era un auténtico "cubículo de basura informativa": seguía cualquier señal que dieran en el grupo, se lanzaba a por la moneda que más subía, y tomaba decisiones a boleo. En dos semanas se fundió la cuenta dos veces, metiendo hasta el dinero del alquiler. Cuanto más perdía, peor estaba de ánimo, y solo pensaba en ir all-in para recuperar.

Viendo que así acabaría mal, le pasé tres reglas de oro que solo aprendí después de palmar pasta.

**Regla uno: divide el dinero en tres cestas, no te lo juegues todo a una carta**

¿Cómo dividir esos 1200 pavos? 400 para operar a corto plazo, entrando y saliendo rápido; 500 para esperar a una gran tendencia antes de entrar; y los 300 restantes como "dinero de emergencia", que no se toca bajo ningún concepto.

En cortos, cuando ganes un 4% en una operación, fuera, da igual si puede subir más. Al principio le parecía poco, hasta que vio a un veterano del grupo ir all-in siguiendo la subida y quedarse a cero en una noche. Entonces entendió por qué para mí el control de riesgos es más importante que ganar dinero.

En este mundillo, los golpes que aguanta tu cuenta deciden cuánto duras. La mayoría solo piensa en los beneficios, nunca en cómo acabarán el día que su cuenta llegue a cero.

**Regla dos: solo entra en mercados que entiendas, si no lo ves claro, no te muevas**

Se lo dejé claro: "Cuando el mercado está lateral, aunque te pique, ni se te ocurra entrar. Espera a que dé señal y entonces actúa."

Recuerdo una vez que SOL estuvo lateral casi diez días, y varias veces quiso entrar, pero le frené. Luego SOL rompió con volumen, él entró justo en el punto de ruptura y sacó un 20%. Ese día por fin entendió que...