Los datos recientes sobre la fuerza laboral de 2025 ofrecen una visión interesante sobre el impacto real de la IA en los despidos. De aproximadamente 1,1 millones de despidos totales en EE. UU. este año, solo unos 50.000—entre un 5 y un 10%—pueden atribuirse directamente a decisiones relacionadas con la IA. Es mucho menos dramático de lo que sugieren los titulares.

El sector tecnológico es el más afectado, como era de esperar. Empresas como Amazon, Intel y Microsoft representan una parte de estas cifras. ¿Mis cálculos aproximados? Probablemente entre un 10 y un 15% de sus recientes reducciones de plantilla están relacionadas con estrategias de automatización o reestructuración por IA.

Lo curioso es cómo la narrativa no se corresponde con la realidad. Sí, la IA está transformando funciones, pero no es ese destructor de empleos apocalíptico que todos temen. Al menos, todavía no. Los datos cuentan una historia más matizada que la que transmiten los discursos alarmistas.