El último auge en las valoraciones del sector tecnológico ha provocado un notable cambio en la distribución de la riqueza global. Las subidas en los principales índices bursátiles están creando nuevos multimillonarios a un ritmo acelerado, al mismo tiempo que expanden las fortunas de los individuos con patrimonios ultra elevados.

Lo especialmente llamativo es lo concentradas que se han vuelto estas ganancias. A medida que los mercados de renta variable empujan a las empresas tecnológicas a valoraciones sin precedentes, el efecto riqueza no se distribuye de manera uniforme, sino que se amplifica en la cima de la pirámide. La correlación entre el aumento de los precios de las acciones y la acumulación de riqueza de los multimillonarios revela un patrón que ya hemos visto en anteriores ciclos alcistas, pero en esta ocasión la velocidad parece distinta.

Para quienes siguen los flujos de capital tanto en mercados tradicionales como en activos digitales, esta concentración de riqueza suele preceder a dinámicas interesantes. Cuando aumentan las filas de multimillonarios y sus carteras se disparan, normalmente vemos un mayor apetito por inversiones alternativas y clases de activos de mayor riesgo. El sector cripto se ha beneficiado históricamente de estos patrones de migración de riqueza en condiciones de mercado similares.

La cuestión ahora es si esta expansión de valoraciones puede sostenerse, o si estamos presenciando otro pico que acabará normalizándose. En cualquier caso, la transformación del panorama de multimillonarios nos dice algo significativo sobre hacia dónde fluye el capital y qué sectores están logrando valoraciones premium en el entorno de mercado actual.