Voy a contar una historia de 2021. En realidad, en ese momento todo estaba bastante estable. En la ola del 19 de mayo, conseguí buenos beneficios, y tras embolsar varios millones en ganancias, pensé en tomarme un descanso. Pero a finales de junio surgió un problema inesperado: el Bitcoin hizo una falsa ruptura en la zona de los 29.000 dólares. Pensé que era una señal de reversión y aumenté mi posición, pero no esperaba que, tras subir hasta los 40.000, se desplomara de repente, dejándome fuera de combate.

Y eso ni siquiera fue lo peor. Después de la liquidación, todavía me quedaban varios millones en liquidez; en teoría, podría haberme tomado un tiempo para recuperarme o esperar una mejor oportunidad para entrar. Pero entonces surgió el problema: de repente, mi familia no me permitió utilizar ese fondo de reserva, y al romperse la cadena de liquidez, empecé a pedir dinero prestado por todas partes para tapar agujeros, pero cuanto más tapaba, más grande era el agujero.

Ahora, mirando hacia atrás, si en ese momento no hubiera tenido problemas de liquidez, la historia podría haber sido completamente diferente. Por eso, en el trading, la capacidad técnica es solo una parte; la gestión del capital y los planes de contingencia son aún más cruciales: el mercado no te da una segunda oportunidad para cometer el mismo error.