Aprecia cada pequeño regalo que Dios te ha dado; cuida de ti mismo, para que siempre haya un cielo despejado iluminado por el sol en tu corazón; cuida de ti mismo, y mira el dolor presente con indiferencia, quizás después del dolor venga la felicidad.
Ver originales
Esta página puede contener contenido de terceros, que se proporciona únicamente con fines informativos (sin garantías ni declaraciones) y no debe considerarse como un respaldo por parte de Gate a las opiniones expresadas ni como asesoramiento financiero o profesional. Consulte el Descargo de responsabilidad para obtener más detalles.
Aprecia cada pequeño regalo que Dios te ha dado; cuida de ti mismo, para que siempre haya un cielo despejado iluminado por el sol en tu corazón; cuida de ti mismo, y mira el dolor presente con indiferencia, quizás después del dolor venga la felicidad.