Finalmente hay movimiento en Washington—el Senado acaba de aprobar una ley para terminar con el cierre del gobierno con una votación de 60:40. Incluso algunos demócratas moderados optaron por apoyarla, rompiendo así el estancamiento. A este ritmo, el gobierno federal podrá obtener fondos para mantenerse hasta finales de enero del próximo año.

¿Y qué hace exactamente este plan provisional? Tres cosas: primero, pagar a los empleados públicos en licencia y restablecer las asignaciones locales; segundo, reactivar los programas federales que estaban en pausa; tercero, asegurar que el Departamento de Agricultura y el Departamento de Asuntos de Veteranos funcionen normalmente durante todo el año. En resumen, poner en marcha la maquinaria y evitar que se quede paralizada.

¿Y qué opina el mercado? A corto plazo, la reapertura del gobierno seguramente estabilizará el ánimo—el dólar podría fortalecerse un poco, mientras que el oro y el mercado de criptomonedas probablemente reaccionarán con volatilidad. Pero esto no es el fin, todavía están presentes los agujeros fiscales y la bomba de deuda. A largo plazo, este tipo de «impresión de dinero para emergencias» solo seguirá reforzando la función de refugio en activos descentralizados como Bitcoin y Ethereum.

Mi opinión es clara: esta ola de optimismo a corto plazo es una buena noticia para los activos de riesgo, pero en una visión más amplia, la tendencia principal sigue siendo esa vieja lógica de «dinero fácil → inflación → activos que protejan contra la inflación». Los activos criptográficos que hay que tener en cuenta en este momento son precisamente esos.