Sabes que llevas demasiado tiempo en cripto cuando incluso las cosas mundanas se convierten en un juego de apuestas. Hoy estaba en la zona de recogida de equipaje, viendo cómo las maletas salían una por una. No pude evitarlo: empecé a ponerme mentalmente las probabilidades de cuál sería la siguiente en aparecer. ¿Esa maleta negra con ruedas? 3:1. ¿La maleta grande? Una apuesta difícil, 10:1.

Pensé que tenía mis tendencias de degenerado bajo control. Resulta que, en realidad, la tentación de apostar por cualquier cosa nunca duerme. Ahora me pregunto si debería haber puesto dinero real en ello. Al menos, el equipaje del aeropuerto tiene mejores probabilidades que algunos tokens en los que me he metido a lo loco.