El presidente Trump acaba de anunciar planes para emitir un "dividendo arancelario" de $2,000 a cada hogar estadounidense, que en efecto es un estímulo en efectivo directo financiado por aranceles sobre las importaciones chinas.

Si se aprueba, esto inyectaría casi $600 mil millones en la economía de EE. UU., una de las transferencias fiscales más grandes en la historia moderna.

Y aquí está por qué esto importa más allá de la política 👇

De vuelta en 2020–21, los cheques de estímulo por un valor de alrededor de $814 mil millones desataron una enorme ola de liquidez.

Esa misma liquidez empujó a Bitcoin de $3,800 → $69,000, a Ethereum de $90 → $4,800, y añadió billones a los activos de riesgo globales.

Esta vez, la configuración es aún más interesante:

• La Fed ya ha terminado el QT, señalando una postura monetaria más suave.

• Los ETFs ahora existen, brindando a las instituciones y a los minoristas acceso directo a las criptomonedas.

• Los balances de los hogares son más sólidos, lo que significa más capital disponible para invertir.

• Y la Casa Blanca apoya abiertamente los activos digitales.

En 2020, el estímulo fue para la supervivencia, gastado en lo esencial, deudas y ahorros.

En 2025, es para la expansión y podría fácilmente desbordarse en los mercados.

Si esta propuesta se aprueba, podría desencadenar un rally impulsado por la liquidez en todos los activos de riesgo, especialmente Bitcoin y Ethereum, que ahora se encuentran en el centro de las carteras principales.

Ya sea que se convierta en ley o no, el mensaje es claro:

EE. UU. está volviendo a la estimulación fiscal + dinero más fácil, la misma combinación que inició el último mercado alcista.

Esta vez, los rieles son más grandes, más rápidos y completamente en cadena.