Un llamante desempleado contactó con el programa de Dave Ramsey enfrentando una situación brutal: 1.8 millones de dólares en deuda y desesperadamente buscando un comprador dispuesto a asumir la hipoteca. La advertencia de Ramsey fue clara y directa: este tipo de desesperación genera problemas. Cuando te ahogas financieramente, la tentación de tomar decisiones arriesgadas se intensifica, pero transferir obligaciones de deuda masivas a otra parte rara vez termina bien para todos los involucrados. El caso destaca lo rápido que el apalancamiento inmobiliario puede convertirse en una pesadilla cuando desaparece el ingreso y los números se salen de control.