Pasé unas horas investigando la arquitectura de Zcash esta noche. Aquí está la cuestión: si realmente crees que esto califica como privado, quizás debas reconsiderarlo. La tecnología no se sostiene bajo el escrutinio de la manera que la gente asume.

Claro, las transacciones protegidas existen en teoría. ¿Pero los patrones de uso? Transparentes por defecto para la mayoría de las billeteras. El ecosistema no ha evolucionado para hacer de la privacidad la norma; es opcional, torpe y rara vez adoptada en la práctica. Eso no es una moneda de privacidad. Eso es teatro.

Cuando la mayoría de las transacciones ocurren en claro y solo una pequeña fracción se preocupa por el pool protegido, no estás creando anonimato. Estás creando un foco de atención sobre quien lo utiliza. La matemática puede ser sólida, pero la realidad de la implementación es una historia completamente diferente.

Quizás tenía sentido hace años. ¿Hoy? Hay protocolos que lo hacen mejor, con configuraciones predeterminadas más sólidas y una adopción real por parte de los usuarios de las funciones de privacidad. Zcash se siente como un relíquia que navega por la reputación en lugar de los resultados.