Las familias vietnamitas poseen una reserva masiva de oro, aproximadamente 500 toneladas. Esa es una cantidad asombrosa de riqueza privada almacenada en cajas fuertes y debajo de los colchones. Ahora, el gobierno está impulsando una iniciativa para reincorporar este metal precioso al sistema financiero. ¿Por qué? Porque todo ese oro acumulado no contribuye a la circulación económica ni a la liquidez nacional. Los funcionarios quieren que los ciudadanos vendan, depositen o inviertan sus posesiones a través de canales formales. Forma parte de un esfuerzo más amplio para modernizar la economía y reducir la dependencia de los activos físicos. ¿ Cumplirán las familias? Esa es la verdadera pregunta. El oro tiene un profundo significado cultural en la región, y a menudo se transmite de generación en generación como una protección contra la inestabilidad. Convencer a las personas de desprenderse de él, o al menos registrarlo, no será fácil. Pero si la política gana impulso, podría transformar la forma en que la riqueza se mueve en el país.