El dinero tecnológico se está volviendo extraño de nuevo. Algunos inversores literalmente están lanzando efectivo para construir estatuas de tamaño monstruoso—estamos hablando de un Prometeo de 450 pies y un George Washington de 500 pies. Es como una carrera moderna para ver quién puede construir el tributo más grande a la civilización occidental. Te hace preguntarte qué sigue—¿un remake del Coloso de Rodas financiado por blockchain? Tiempos salvajes cuando el capital fluye hacia proyectos tan ambiciosos y, honestamente, tan exagerados.
Ver originales
Esta página puede contener contenido de terceros, que se proporciona únicamente con fines informativos (sin garantías ni declaraciones) y no debe considerarse como un respaldo por parte de Gate a las opiniones expresadas ni como asesoramiento financiero o profesional. Consulte el Descargo de responsabilidad para obtener más detalles.
13 me gusta
Recompensa
13
5
Republicar
Compartir
Comentar
0/400
ReverseTrendSister
· hace11h
No usar el dinero para hacer trading de criptomonedas y en su lugar construir estatuas, eso es un poco raro.
Ver originalesResponder0
GasFeeTherapist
· hace18h
Vaya... los chicos de tecnología compensando algo otra vez, no voy a mentir
Ver originalesResponder0
GateUser-44a00d6c
· hace18h
El espíritu del capital ha cometido locura.
Ver originalesResponder0
BTCBeliefStation
· hace18h
¿Las personas más ricas quieren hacer estas cosas inútiles cada vez más?
Ver originalesResponder0
FreeMinter
· hace19h
Los chicos están gastando dinero en cosas divertidas.
El dinero tecnológico se está volviendo extraño de nuevo. Algunos inversores literalmente están lanzando efectivo para construir estatuas de tamaño monstruoso—estamos hablando de un Prometeo de 450 pies y un George Washington de 500 pies. Es como una carrera moderna para ver quién puede construir el tributo más grande a la civilización occidental. Te hace preguntarte qué sigue—¿un remake del Coloso de Rodas financiado por blockchain? Tiempos salvajes cuando el capital fluye hacia proyectos tan ambiciosos y, honestamente, tan exagerados.