Se dice en la calle: Google lanzará su chip TPU de séptima generación, con nombre en clave Ironwood, en las próximas semanas. ¿El salto en rendimiento? Hablamos de 4 veces más rápido que la generación anterior.

Lo que hace esto interesante no es solo el aumento de velocidad, sino la capacidad de manejar y escalar esos monstruosos modelos de IA que todos han estado construyendo. Los que consumen enormes conjuntos de datos como si no hubiera un mañana.

Para contextualizar, estos TPUs están diseñados específicamente para las cargas de trabajo computacionales más pesadas. Cuando entrenas modelos que requieren cantidades ridículas de procesamiento paralelo, este tipo de evolución en hardware importa.

El momento también es notable, considerando cómo la carrera por la infraestructura de IA sigue intensificándose entre los principales actores tecnológicos.