Mientras los precios del crudo se sitúan cerca de su punto más bajo en cinco años, el gigante petrolero nacional de Brasil está haciendo algo contrario a la intuición: aumentando la producción en el campo petrolero de aguas profundas más grande del planeta. ¿El momento? Interesante, por decir lo menos. Los mercados ya están nerviosos por un inminente exceso de oferta, sin embargo, la producción sigue aumentando. Esto ya no se trata solo de barriles de petróleo. Cuando los mercados de energía cambian así, los efectos en cadena tocan todo, desde las expectativas de inflación hasta el apetito por el riesgo en diferentes clases de activos. El crudo más barato puede sonar bien en la bomba, pero para los inversores que observan las tendencias macro, señala que algo más grande se está gestando bajo la superficie. Las dinámicas de suministro están cambiando rápido, y nadie está realmente seguro de dónde está el piso.