El cierre federal de EE. UU. acaba de alcanzar un hito sombrío: 36 días y contando, ahora el más largo en la historia de la nación. Los efectos en cadena se están propagando rápidamente. Los programas de asistencia alimentaria como SNAP están funcionando al mínimo, las filas de seguridad en los aeropuertos se están alargando más, ya que los trabajadores de la TSA llaman enfermos, y las pequeñas empresas que dependen de préstamos federales están atrapadas en un limbo.
Lo que comenzó como un estancamiento político se está convirtiendo en una verdadera carga económica. Cuando los trabajadores del gobierno no reciben sus cheques de pago y se congelan los contratos federales, el gasto del consumidor disminuye y la confianza empresarial vacila. A los mercados no les gusta la incertidumbre, y este cierre prolongado está inyectando mucha de ella en un panorama económico ya nervioso. Cuanto más largo sea esto, más profundas serán las cicatrices en las proyecciones de crecimiento y el sentimiento de los inversores.
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AirdropDreamBreaker
· hace11h
Tsk, el gobierno está metiendo la pata de nuevo.
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DuskSurfer
· hace11h
¿Pueden los perros políticos trabajar más rápido?
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FrontRunFighter
· hace11h
Otro exploit del mercado por parte de las élites... adelantándose a las masas para provocar un colapso económico, qué decepción.
El cierre federal de EE. UU. acaba de alcanzar un hito sombrío: 36 días y contando, ahora el más largo en la historia de la nación. Los efectos en cadena se están propagando rápidamente. Los programas de asistencia alimentaria como SNAP están funcionando al mínimo, las filas de seguridad en los aeropuertos se están alargando más, ya que los trabajadores de la TSA llaman enfermos, y las pequeñas empresas que dependen de préstamos federales están atrapadas en un limbo.
Lo que comenzó como un estancamiento político se está convirtiendo en una verdadera carga económica. Cuando los trabajadores del gobierno no reciben sus cheques de pago y se congelan los contratos federales, el gasto del consumidor disminuye y la confianza empresarial vacila. A los mercados no les gusta la incertidumbre, y este cierre prolongado está inyectando mucha de ella en un panorama económico ya nervioso. Cuanto más largo sea esto, más profundas serán las cicatrices en las proyecciones de crecimiento y el sentimiento de los inversores.