En marzo de 2014, Newsweek lanzó una bomba: habían identificado a Satoshi Nakamoto—el misterioso creador de Bitcoin—como Dorian Satoshi Nakamoto, un físico de 65 años que vivía en California. Debería haber sido la mayor revelación en la historia de las criptomonedas. En cambio, se convirtió en uno de los errores más épicos de internet.
¿Quién es Dorian Nakamoto?
En papel, Dorian parecía la coincidencia perfecta. Nacido en Japón en 1949, emigró a Estados Unidos en los años 60 y construyó una carrera como físico e ingeniero de sistemas. Pero lo que resultaba aún más intrigante: inclinaciones libertarias, profundo conocimiento en criptografía y el perfil profesional exacto que uno esperaría del creador de Bitcoin. ¿El momento? ¿Las habilidades? ¿La ideología? Todo encajaba.
El momento de Newsweek
La investigación de Newsweek señalaba paralelismos sorprendentes entre el pasado de Dorian y la figura en la sombra detrás de Bitcoin. Por un breve momento, la comunidad cripto contuvo la respiración—¿se había resuelto finalmente el misterio de 10 años?
Luego, Dorian habló. Su respuesta: una negación rotunda. No defensiva, no en detalle—simplemente “No tengo nada que ver con Bitcoin.” Calificó el artículo como falso y se negó a participar más.
¿Qué ocurrió después?
Frenesí mediático, sí. Pero también escepticismo inmediato. La comunidad cripto se dividió: algunos pensaron que Newsweek había acertado, otros olfatearon una trampa. Los analistas técnicos señalaron inconsistencias. La comunidad de Bitcoin en su mayoría rechazó la identificación. ¿Y Dorian? Se mantuvo en silencio, esquivando cada pregunta adicional.
¿Por qué esto sigue importando?
Bitcoin valía aproximadamente $600 en ese entonces. Hoy, vale más de 40,000 dólares por moneda. Saber quién lo creó no es solo una trivia histórica—tiene un peso enorme en lo financiero, legal y filosófico. La identidad de un creador podría desbloquear carteras inactivas que contienen millones. Podría cambiar la forma en que pensamos sobre la intención original de Bitcoin.
Más allá de Bitcoin, la historia de Dorian plantea preguntas mayores: en un mundo obsesionado con la transparencia, ¿cómo puede alguien mantenerse verdaderamente anónimo? ¿Qué sucede cuando la privacidad y la curiosidad pública chocan?
El misterio sigue sin resolverse
Más de una década después, la identidad de Satoshi sigue siendo desconocida. Dorian Nakamoto sigue siendo el sospechoso más creíble—y el que más niega. Ya sea que esté realmente desvinculado o sea el mejor jugador de póker del mundo, quizás nunca lo sepamos. Y quizás ese sea el punto: el creador de Bitcoin eligió el anonimato por una razón.
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El hombre que podría ser Satoshi: por qué la historia de Dorian Nakamoto sigue siendo importante
En marzo de 2014, Newsweek lanzó una bomba: habían identificado a Satoshi Nakamoto—el misterioso creador de Bitcoin—como Dorian Satoshi Nakamoto, un físico de 65 años que vivía en California. Debería haber sido la mayor revelación en la historia de las criptomonedas. En cambio, se convirtió en uno de los errores más épicos de internet.
¿Quién es Dorian Nakamoto?
En papel, Dorian parecía la coincidencia perfecta. Nacido en Japón en 1949, emigró a Estados Unidos en los años 60 y construyó una carrera como físico e ingeniero de sistemas. Pero lo que resultaba aún más intrigante: inclinaciones libertarias, profundo conocimiento en criptografía y el perfil profesional exacto que uno esperaría del creador de Bitcoin. ¿El momento? ¿Las habilidades? ¿La ideología? Todo encajaba.
El momento de Newsweek
La investigación de Newsweek señalaba paralelismos sorprendentes entre el pasado de Dorian y la figura en la sombra detrás de Bitcoin. Por un breve momento, la comunidad cripto contuvo la respiración—¿se había resuelto finalmente el misterio de 10 años?
Luego, Dorian habló. Su respuesta: una negación rotunda. No defensiva, no en detalle—simplemente “No tengo nada que ver con Bitcoin.” Calificó el artículo como falso y se negó a participar más.
¿Qué ocurrió después?
Frenesí mediático, sí. Pero también escepticismo inmediato. La comunidad cripto se dividió: algunos pensaron que Newsweek había acertado, otros olfatearon una trampa. Los analistas técnicos señalaron inconsistencias. La comunidad de Bitcoin en su mayoría rechazó la identificación. ¿Y Dorian? Se mantuvo en silencio, esquivando cada pregunta adicional.
¿Por qué esto sigue importando?
Bitcoin valía aproximadamente $600 en ese entonces. Hoy, vale más de 40,000 dólares por moneda. Saber quién lo creó no es solo una trivia histórica—tiene un peso enorme en lo financiero, legal y filosófico. La identidad de un creador podría desbloquear carteras inactivas que contienen millones. Podría cambiar la forma en que pensamos sobre la intención original de Bitcoin.
Más allá de Bitcoin, la historia de Dorian plantea preguntas mayores: en un mundo obsesionado con la transparencia, ¿cómo puede alguien mantenerse verdaderamente anónimo? ¿Qué sucede cuando la privacidad y la curiosidad pública chocan?
El misterio sigue sin resolverse
Más de una década después, la identidad de Satoshi sigue siendo desconocida. Dorian Nakamoto sigue siendo el sospechoso más creíble—y el que más niega. Ya sea que esté realmente desvinculado o sea el mejor jugador de póker del mundo, quizás nunca lo sepamos. Y quizás ese sea el punto: el creador de Bitcoin eligió el anonimato por una razón.