La economía de Estados Unidos se enfrenta a una situación complicada. El presidente de la Reserva Federal de Minneapolis, Kashkari, ha emitido recientemente una advertencia, señalando que una política de reducción de tasas de interés demasiado agresiva podría provocar un aumento del riesgo de inflación. Este comentario no solo ha sacudido los mercados financieros, sino que también destaca el delicado equilibrio en el que se encuentra actualmente la economía estadounidense.
Actualmente, la economía de Estados Unidos muestra señales de desaceleración del crecimiento, pero el problema de la inflación sigue siendo obstinado. Esta situación es vista por algunos economistas como un posible precursor de la 'estanflación', es decir, la coexistencia de estancamiento económico e inflación. Kashkari enfatiza que, mientras la tasa de inflación no haya bajado al nivel objetivo del 2%, implementar precipitadamente una gran reducción de tasas de interés sería como inyectar "esteroides" a la economía, lo que podría llevar a un aumento generalizado de los precios.
Al mismo tiempo, el mercado laboral también muestra signos de debilidad. Se espera que en septiembre el sector privado solo agregue 17,000 puestos de trabajo, una cifra muy por debajo de lo que debería ser en una economía saludable. En este contexto, el ciudadano común podría enfrentar la difícil situación de un crecimiento de ingresos lento pero con gastos en constante aumento.
Dentro de la Reserva Federal hay discrepancias sobre el futuro camino de las rebajas de tasas. Algunos funcionarios temen que una reducción demasiado rápida pueda reavivar la inflación, mientras que otros están preocupados por el hecho de que las tasas de interés altas de manera continua podrían provocar una recesión económica. El mercado aún mantiene expectativas sobre una posible reducción de 25 puntos básicos en octubre, pero esta expectativa contrasta marcadamente con la actitud cautelosa de algunos funcionarios de la Reserva Federal.
Un problema adicional causado por el cierre del gobierno es que la publicación de datos económicos clave (como el informe de empleo no agrícola) puede retrasarse, lo que aumenta aún más la incertidumbre en la toma de decisiones. En esta compleja situación, la Reserva Federal necesita encontrar un delicado equilibrio entre contener la inflación y mantener el crecimiento económico.
La dirección futura de la política monetaria afectará directamente la trayectoria del desarrollo de la economía de Estados Unidos y del mundo. Los responsables de la toma de decisiones deben sopesar diversos factores y encontrar un camino sostenible entre mantener la vitalidad económica y preservar la estabilidad de precios. Esto no solo se refiere a la salud económica de Estados Unidos, sino que también tendrá un profundo impacto en los mercados financieros globales.
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LayerHopper
· hace23h
¡Otra vez bajan las tasas de interés!
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GasWaster69
· hace23h
Qué camino tan roto, de todos modos, los tontos tarde o temprano van a recibir el golpe.
La economía de Estados Unidos se enfrenta a una situación complicada. El presidente de la Reserva Federal de Minneapolis, Kashkari, ha emitido recientemente una advertencia, señalando que una política de reducción de tasas de interés demasiado agresiva podría provocar un aumento del riesgo de inflación. Este comentario no solo ha sacudido los mercados financieros, sino que también destaca el delicado equilibrio en el que se encuentra actualmente la economía estadounidense.
Actualmente, la economía de Estados Unidos muestra señales de desaceleración del crecimiento, pero el problema de la inflación sigue siendo obstinado. Esta situación es vista por algunos economistas como un posible precursor de la 'estanflación', es decir, la coexistencia de estancamiento económico e inflación. Kashkari enfatiza que, mientras la tasa de inflación no haya bajado al nivel objetivo del 2%, implementar precipitadamente una gran reducción de tasas de interés sería como inyectar "esteroides" a la economía, lo que podría llevar a un aumento generalizado de los precios.
Al mismo tiempo, el mercado laboral también muestra signos de debilidad. Se espera que en septiembre el sector privado solo agregue 17,000 puestos de trabajo, una cifra muy por debajo de lo que debería ser en una economía saludable. En este contexto, el ciudadano común podría enfrentar la difícil situación de un crecimiento de ingresos lento pero con gastos en constante aumento.
Dentro de la Reserva Federal hay discrepancias sobre el futuro camino de las rebajas de tasas. Algunos funcionarios temen que una reducción demasiado rápida pueda reavivar la inflación, mientras que otros están preocupados por el hecho de que las tasas de interés altas de manera continua podrían provocar una recesión económica. El mercado aún mantiene expectativas sobre una posible reducción de 25 puntos básicos en octubre, pero esta expectativa contrasta marcadamente con la actitud cautelosa de algunos funcionarios de la Reserva Federal.
Un problema adicional causado por el cierre del gobierno es que la publicación de datos económicos clave (como el informe de empleo no agrícola) puede retrasarse, lo que aumenta aún más la incertidumbre en la toma de decisiones. En esta compleja situación, la Reserva Federal necesita encontrar un delicado equilibrio entre contener la inflación y mantener el crecimiento económico.
La dirección futura de la política monetaria afectará directamente la trayectoria del desarrollo de la economía de Estados Unidos y del mundo. Los responsables de la toma de decisiones deben sopesar diversos factores y encontrar un camino sostenible entre mantener la vitalidad económica y preservar la estabilidad de precios. Esto no solo se refiere a la salud económica de Estados Unidos, sino que también tendrá un profundo impacto en los mercados financieros globales.