Recientemente, el CEO de Nvidia, Jen-Hsun Huang, tomó una decisión llamativa. A pesar de que el gobierno de Estados Unidos aumentó drásticamente los costos de la visa H-1B, de aproximadamente 900 dólares a 100,000 dólares, Nvidia aún decidió seguir patrocinando este programa de visas.

Jen-Hsun Huang a través de una carta dirigida a los empleados, explicó la posición de la empresa. Enfatizó la importancia de la inmigración para el desarrollo de NVIDIA y para que Estados Unidos mantenga su liderazgo en el ámbito tecnológico. Jen-Hsun Huang incluso afirmó sin rodeos que, sin la contribución de los inmigrantes, los logros de NVIDIA hoy no habrían sido posibles.

El contexto de esta decisión es el importante ajuste de la política de visas H-1B del gobierno de los Estados Unidos. Tradicionalmente, las visas H-1B se asignaban mediante un sistema de sorteo. Sin embargo, la nueva política cambiará este mecanismo, priorizando a los empleadores que puedan ofrecer los salarios más altos.

Es notable que, a pesar de que NVIDIA ha tomado esta importante decisión, el precio de las acciones de la compañía aún se encuentra por debajo de los 200 dólares. Sin embargo, esto parece no haber afectado la confianza de los analistas en la empresa, ya que hasta el 91% de los analistas aún mantienen una calificación de compra para NVIDIA.

La acción de Nvidia no solo demuestra la importancia que la empresa otorga al talento internacional, sino que también refleja su capacidad de respuesta flexible ante cambios en las políticas. Esta decisión podría tener un profundo impacto en el desarrollo a largo plazo y la capacidad de innovación de la empresa, al mismo tiempo que establece un ejemplo para otras empresas tecnológicas en cuanto a políticas de talento.