La superestrella de la NBA, Kevin Durant, ha experimentado recientemente un dramático "recuperación de memoria", desbloqueando no solo una fortuna oculta valorada en 350 millones de dólares, sino que también se ha convertido involuntariamente en un importante caso fiscal para los holders de activos encriptados a nivel mundial. Esta repentina y enorme riqueza, además de traer sorpresa, ha llamado inmediatamente la atención del sistema fiscal de Estados Unidos.
El origen de esta leyenda de la riqueza se remonta a hace casi diez años. En ese momento, Durant compró Bitcoin por primera vez para ver videos en YouTube y luego aumentó su tenencia por interés. Sin embargo, luego olvidó la contraseña de su cuenta de Coinbase. Durante estos nueve años de tenencia no activa, el precio de Bitcoin subió de cientos de dólares a 110,000 dólares, lo que hizo que sus 3,000 Bitcoins valieran 350 millones de dólares.
Sin embargo, cuando este activo que ha estado dormido durante años se reactiva y se prepara para ser cobrado, desde la perspectiva del Servicio de Impuestos Internos de los Estados Unidos (IRS), ya no es simplemente una moneda digital descentralizada, sino un "bien" que requiere el pago de impuestos claramente.
Según la legislación fiscal actual de EE. UU., las ganancias de Durant que se mantienen por más de un año pertenecen a las ganancias de capital a largo plazo. El método de cálculo del impuesto es relativamente directo: la cantidad sujeta a impuestos se determina en función de la "ganancia neta del precio de venta menos el costo original". El costo inicial de Durant al comprar estos bitcoins fue de aproximadamente 1,95 millones de dólares, por lo que sus ganancias de capital son de aproximadamente 348 millones de dólares.
A nivel federal, el impuesto sobre las ganancias de capital a largo plazo utiliza tasas impositivas escalonadas (0%, 15%, 20%). Teniendo en cuenta la magnitud de las enormes ganancias de Durant, la mayor parte estará sujeta a la tasa impositiva máxima del 20%. Además, con el impuesto sobre los ingresos netos de inversión del 3.8% establecido para los grupos de altos ingresos, los impuestos federales podrían ascender a aproximadamente 83 millones de dólares.
Sin embargo, la verdadera variable radica en la recaudación de impuestos estatales. La tasa impositiva específica del estado donde se encuentra Durant tendrá un impacto significativo en la carga tributaria final. Este caso no solo revela los enormes retornos que puede traer la inversión en encriptación, sino que también destaca la complejidad y la importancia de la planificación fiscal relacionada, ofreciendo una profunda advertencia fiscal para los holders de activos encriptados a nivel mundial.
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alpha_leaker
· hace1h
Olvidar a los ricos en monedas es un caso raro, hay muchos que están en una situación peor.
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CommunitySlacker
· hace3h
¿Olvidaste la contraseña y aún así ganaste tanto dinero?
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GrayscaleArbitrageur
· hace4h
No es de extrañar que sea un millonario, se le ha olvidado y no le duele.
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RunWithRugs
· hace4h
caída, hay que levantarse~
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OnchainHolmes
· hace4h
¿El gran Satoshi se ha vuelto tonto últimamente?
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MidnightTrader
· hace4h
¿Con un aumento así todavía hay que pagar impuestos? Mejor irse al espacio Rug Pull.
La superestrella de la NBA, Kevin Durant, ha experimentado recientemente un dramático "recuperación de memoria", desbloqueando no solo una fortuna oculta valorada en 350 millones de dólares, sino que también se ha convertido involuntariamente en un importante caso fiscal para los holders de activos encriptados a nivel mundial. Esta repentina y enorme riqueza, además de traer sorpresa, ha llamado inmediatamente la atención del sistema fiscal de Estados Unidos.
El origen de esta leyenda de la riqueza se remonta a hace casi diez años. En ese momento, Durant compró Bitcoin por primera vez para ver videos en YouTube y luego aumentó su tenencia por interés. Sin embargo, luego olvidó la contraseña de su cuenta de Coinbase. Durante estos nueve años de tenencia no activa, el precio de Bitcoin subió de cientos de dólares a 110,000 dólares, lo que hizo que sus 3,000 Bitcoins valieran 350 millones de dólares.
Sin embargo, cuando este activo que ha estado dormido durante años se reactiva y se prepara para ser cobrado, desde la perspectiva del Servicio de Impuestos Internos de los Estados Unidos (IRS), ya no es simplemente una moneda digital descentralizada, sino un "bien" que requiere el pago de impuestos claramente.
Según la legislación fiscal actual de EE. UU., las ganancias de Durant que se mantienen por más de un año pertenecen a las ganancias de capital a largo plazo. El método de cálculo del impuesto es relativamente directo: la cantidad sujeta a impuestos se determina en función de la "ganancia neta del precio de venta menos el costo original". El costo inicial de Durant al comprar estos bitcoins fue de aproximadamente 1,95 millones de dólares, por lo que sus ganancias de capital son de aproximadamente 348 millones de dólares.
A nivel federal, el impuesto sobre las ganancias de capital a largo plazo utiliza tasas impositivas escalonadas (0%, 15%, 20%). Teniendo en cuenta la magnitud de las enormes ganancias de Durant, la mayor parte estará sujeta a la tasa impositiva máxima del 20%. Además, con el impuesto sobre los ingresos netos de inversión del 3.8% establecido para los grupos de altos ingresos, los impuestos federales podrían ascender a aproximadamente 83 millones de dólares.
Sin embargo, la verdadera variable radica en la recaudación de impuestos estatales. La tasa impositiva específica del estado donde se encuentra Durant tendrá un impacto significativo en la carga tributaria final. Este caso no solo revela los enormes retornos que puede traer la inversión en encriptación, sino que también destaca la complejidad y la importancia de la planificación fiscal relacionada, ofreciendo una profunda advertencia fiscal para los holders de activos encriptados a nivel mundial.