El índice de precios del gasto de consumo personal (PCE) subyacente en EE. UU. en agosto creció un 2.9% interanual, en línea con las expectativas del mercado. Este dato, que es el indicador de inflación preferido por La Reserva Federal (FED), refleja que aunque la presión de precios ha disminuido, aún no se ha disipado por completo. En el mismo período, el índice PCE general, que incluye alimentos y energía, subió un 2.7% interanual y creció un 0.3% en comparación con el mes anterior.

En este contexto económico, el mercado de criptomonedas ha experimentado una intensa volatilidad. El precio de Bitcoin, tras una liquidación de aproximadamente 1,500 millones de dólares en el mercado, cayó brevemente cerca del nivel de soporte clave de 107,000 dólares. Esta caída fue principalmente influenciada por los datos de empleo de EE. UU. y el crecimiento del PIB que superó las expectativas, lo que impulsó el fortalecimiento del dólar y provocó un retroceso significativo en el precio de Bitcoin de casi el 4%.

El mercado tiene opiniones claramente divididas sobre la tendencia futura de Bitcoin. Los pesimistas creen que el máximo histórico de 124,000 dólares alcanzado en agosto podría marcar el tope de este ciclo alcista. Predicen que, si no se puede mantener el nivel de soporte de 107,000 dólares, Bitcoin podría caer aún más hasta 104,000 dólares, e incluso podría romper la barrera de 100,000 dólares, para finalmente probar el mínimo de 93,000 dólares.

Sin embargo, los inversionistas optimistas siguen confiando en las perspectivas de Bitcoin. Señalan que La Reserva Federal (FED) ya ha reducido las tasas en 25 puntos básicos la semana pasada, y el mercado anticipa en general que podría haber una política de flexibilización adicional en octubre. Este cambio en el entorno monetario podría presentar oportunidades de rebote para Bitcoin en el cuarto trimestre.

Actualmente, el mercado de criptomonedas se encuentra en una encrucijada clave. Los inversores están siguiendo de cerca la dirección de las políticas de La Reserva Federal (FED) y los cambios en los datos económicos globales, factores que influirán conjuntamente en la tendencia de precios de Bitcoin a corto plazo. Los participantes del mercado deben mantenerse alerta, sopesar diversos escenarios posibles y formular estrategias de inversión adecuadas.