Recientemente, la política monetaria de Estados Unidos ha experimentado un cambio significativo. La Reserva Federal (FED) tomó una decisión clave en la última reunión del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC), reduciendo el rango objetivo de la tasa de fondos federales en 25 puntos base, estableciendo un nuevo rango de 4.00%-4.25%. Esta es la primera vez que la Reserva Federal (FED) implementa una reducción de tasas desde diciembre de 2024.

A pesar de que la tasa de inflación en Estados Unidos se mantiene en niveles altos, el bajo desempeño reciente del mercado laboral se ha convertido en la principal razón para que La Reserva Federal (FED) tome medidas. Los últimos indicadores económicos muestran que la dinámica de crecimiento de la economía estadounidense se ha debilitado en la primera mitad del año, y el crecimiento del empleo ha disminuido notablemente. Al mismo tiempo, la incertidumbre sobre las perspectivas económicas sigue presente, y el riesgo a la baja en el mercado laboral ha ido aumentando gradualmente.

Es importante señalar que esta decisión de reducir las tasas de interés no fue tomada por unanimidad dentro del Comité Federal de Mercado Abierto. 11 miembros apoyaron una reducción de 25 puntos base, mientras que Stephen Moore, el nuevo gobernador de la Reserva Federal y presidente del Consejo de Asesores Económicos de la Casa Blanca, abogó por una mayor reducción, sugiriendo una disminución de 50 puntos base.

La Reserva Federal (FED) también publicó su pronóstico sobre la evolución futura de las tasas de interés. Según su pronóstico, podría haber una nueva reducción de 50 puntos base antes de fin de año, y en los próximos dos años, se reducirán 25 puntos base anualmente. Esta serie de medidas de reducción de tasas tiene como objetivo ofrecer más apoyo a la economía estadounidense para hacer frente a los desafíos económicos actuales.

Desde que asumió el cargo en enero de este año, el presidente de EE. UU., Donald Trump, ha estado pidiendo a la Reserva Federal (FED) que baje las tasas de interés. Aún se debe observar más para determinar si esta decisión de bajar las tasas tendrá el efecto esperado en la economía estadounidense y qué impacto tendrá en los mercados financieros globales.