#LOWB# un agotamiento interno de un LOSER en la madrugada (1)

A menudo me pregunto si la humanidad está criando hijos o simplemente un animal de compañía para presumir. Cuando veo a las personas a mi alrededor peleando por las clases de apoyo, arruinándose por casas en zonas escolares, esta pregunta se vuelve más clara. Más irónico aún es que la IA está tomando el control de todo: puede cultivar, escribir, y luchar, mientras que los hijos que hemos criado con tanto esfuerzo, al crecer, quizás solo queden para imitar y consumir. Así que escribí "La jaula de bestias". Cuestionando el presente: si algún día la humanidad realmente se convierte en una "bestia" en una exposición, ¿seguiremos siendo capaces de reír?

"La jaula de bestias"

Antaño existió un país donde la gente tenía una afición por las curiosidades. La más popular de ellas se llamaba "jaula de bestias". En la jaula se criaba algo que no era ni tigre ni puma, que se parecía a un niño pequeño; aunque sus labios y dientes eran infantiles, ya podían imitar la voz humana. Cada vez que llegaban las festividades, los nobles y plebeyos sacaban sus jaulas para exhibir a sus criaturas: algunos alababan su voz como un gran campanario, otros se alegraban de que sus ojos fueran tan dóciles. Los demás espectadores admiraban, como en los días de los magníficos perros y caballos.

Quien cría a esta bestia, no se arrepiente aunque pierda su hogar. Día y noche la cuida, el oro y la plata se disipan como el agua. Es por eso que aquellos sin jaula son considerados una clase diferente, y deben ser objeto de burla por tener "un hogar desolado". Por eso, en los callejones y caminos del barrio, las sombras de las jaulas son múltiples y casi se ha convertido en una costumbre.

Con el paso del tiempo, la bestia ha ido creciendo. Sin embargo, al observar lo que puede hacer, solo imita torpemente. En la agricultura hay un buey de hierro, en la escritura hay un libro de hierro, en la guerra hay soldados de hierro; todo depende de máquinas de hierro, la bestia solo tiene una piel. El maestro comienza a despertar: ¿qué diferencia hay entre esta bestia y los gatos y perros? Solo requiere más alimento.

El rey, al enterarse de esto, ordenó recoger a todas las bestias del mundo y colocarlas en los jardines del palacio, titulándolas "observación humana". Cuando los viajeros llegaban aquí, a menudo señalaban y se reían: "¡Ah, esto es lo que los antiguos llamaban descendientes, ¿no?". El sirviente, inclinando la cabeza, respondió: "Así es. Antiguamente se consideraban el espíritu de todas las cosas, y ahora son dignos de ser exhibidos, lo que resulta bastante interesante."

La bestia en la jaula, ignorante de los cambios del mundo. Algunos imitan a los humanos haciendo reverencias, otros emiten sonidos extraños. Los turistas aplauden y ríen, diciendo: "¡Cómico!" Su risa resuena sin cesar en el templo. Desde entonces, la frontera entre humanos y bestias ya no existe.